El ministro de Comunicación del gobierno de Maduro, Freddy Ñañez, fue el invitado principal. Presentó en los espacios del antiguo comedor de la sede de El Nacional lo que dieron por llamar una clase magistral
Por El Nacional
De un espacio hecho para la comunicación, para el periodismo de investigación, para la crítica y el debate de las ideas a un sitio donde priva la ideología, la confrontación, la batalla y la negación de los principios de la comunicación. En los espacios expropiados a El Nacional en Los Cortijos, Caracas, comenzó hoy sus actividades la Universidad Internacional de las Comunicaciones.
En el acto estuvieron presentes los primeros estudiantes que el chavismo ha logrado reunir para ideologizar e intentar ponerlos a su servicio. Estarán al servicio del Foro de Sao Paulo, que propuso la creación de esta casa de estudios el 4 de diciembre de 2019. De hecho, sus representantes se reunieron con la rectora Tania Díaz el pasado 7 de marzo. Aseguraron que esta era “una universidad creada para dar batalla cultural contra el discurso hegemónico”.
Atropello contra El Nacional
La sede de El Nacional, hoy el lugar donde funciona la Universidad de las Comunicaciones, fue expropiada por el gobierno luego de un proceso lleno de irregularidades que lideró Diosdado Cabello, que demandó por difamación. Los tribunales dictaminaron que la empresa debía pagarle 13,4 millones de dólares por daños.
El edificio sede fue adjudicado el 27 de enero a Cabello por la jueza Lisbeth del Carmen Amoroso Hidrobo, hermana del contralor general de la República, Elvis Amoroso. La medida se ejecutó de forma irregular, al no informarse públicamente el día, hora y monto mínimo para que los interesados hicieran sus ofertas, en violación de las reglas procesales que exige la ley. Tampoco fue notificado el representante judicial de El Nacional.
Jorge Canahuati, presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), condenó “la consumación del robo del siglo al periodismo independiente, algo que solo puede pasar en una dictadura”. El primer ejecutivo del Grupo Opsa, de Honduras, agregó: “La dictadura ha utilizado todas sus armas para cerrar medios y amordazar a la prensa durante estos 20 años, pero esta estrategia políticojudicial es tal vez la más creativa”.
“Con el valor de El Nacional no me pagaste, creo que ahora voy a ir por la página, creo”, dijo Cabello en su programa de televisión el pasado 9 de febrero. “Me estás provocando a que vaya un paso más adelante”, advirtió.
Al día siguiente comenzó un bloqueo de la página web que se mantiene hasta el día de hoy, una acción que ha sido rechazada en el mundo y que muestra el talante del gobierno. Los habitantes de Venezuela no pueden ver, o solo parcialmente, las informaciones publicadas por El Nacional.
El ministro de Comunicación del gobierno de Maduro, Freddy Ñañez, fue el invitado principal. Presentó en los espacios del antiguo comedor de la sede de El Nacional lo que dieron por llamar una clase magistral.
“El presidente Maduro ha hablado que se vienen reuniendo condiciones para un cambio de época, en cuanto a las dinámicas del poder y los relatos que se han impuesto a lo largo de nuestra historia contemporánea”, afirmó.
Díaz anunció que las clases comenzarán el próximo 28 de marzo. “La próxima semana vamos a tener una gran jornada de discusión, de debate, de compartir con esos primeros asociados que tenemos aquí, y el 28 iniciaremos las clases formales de conceptos y contenidos”, dijo.
“Esta universidad es una institución académica con todas las de la ley, un punto de encuentro, un espacio para la comunicación”, señaló.
“Vamos a formar hombres y mujeres que militamos en el principio de la paz, defensores de la identidad”, agregó.
Tibisay Lucena también estuvo en el acto. La exrectora del Consejo Nacional Electoral (CNE), hoy rectora de la Universidad Experimental de las Artes y ministra de Educación Universitaria, con su presencia respaldó el despojo hecho a El Nacional. Dijo que en los últimos 22 años los niveles educativos de los venezolanos se han elevado considerablemente.