A raíz de la crisis política y social, cada vez son más los venezolanos que abandonaron el país en búsqueda de mejores condiciones de vida. Sin embargo, el destino cambió de Suramérica a Estados Unidos en los últimos dos años.
Debido a los recientes cambios gubernamentales en países latinoamericanos, muchos migrantes han decidido probar suerte en la nación liderada por Joe Biden.
Según datos de la Agencia de la ONU para los refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM); hasta el 8 de febrero de este año, unos 6.041.690 connacionales salieron de Venezuela.
La publicación reveló que al menos 4.992.215 se encontraban en América Latina y el Caribe, principalmente distribuidos en Colombia (1,8 millones); Perú (1,3 millones), Ecuador (508.900) y Chile (448.100).
No obstante, la llegada de la pandemia de la COVID-19 «generó un movimiento pendular desde y hacia Venezuela porque las condiciones económicas y la regularización se complejizaron»; explicó la agencia EFE la docente y consultora, Donna Cabrera.
En tal sentido, los viajeros quedaron indefensos porque no pudieron acceder a muchos beneficios que otorgaron los diferentes gobiernos para enfrentar la crisis, esto sin contar los recientes cambios de gabinete en Perú y Chile, recogió Portafolio.
El medio resaltó que a pesar de los intentos de Nicolás Maduro en promover el Plan Vuelta a la Patria, para el 22 de febrero, solo retornaron 27.816 personas. Los restantes continúan sorteando dificultades para alcanzar «el sueño americano».
Para 2015, Estados Unidos contabilizó 256.000 migrantes venezolanos. La cantidad aumentó a 423.000 en 2019.
«Estamos colapsados, hemos tenido que extender los horarios y estamos buscando voluntarios para ampliar los días de atención», comentó Patricia Andrade, responsable del programa Raíces, que ayuda a los venezolanos a llegar a Miami, «la mayoría solo llega con lo que llevan puesto».
Otra prueba del incremento es que para enero del 2021 había 205 venezolanos en la frontera, dato que subió a 25.000 en diciembre. El auge se explica, entre muchas cosas, porque Biden, quien mantuvo las sanciones impuestas a Venezuela por su predecesor, Donald Trump, empieza a dar su brazo a torcer luego de la invasión de Rusia a Ucrania.
El boicot de EE.UU. al crudo ruso ha provocado que el precio del petróleo se dispare, contribuyendo a la ya elevada inflación que registra el país, por lo que Washington busca alternativas para mantener la oferta, recogió EFE.