Hacia las 5:30 de la tarde del pasado miércoles 8 de junio, una fuente anónima se contactó con algunos periodistas de SEMANA de manera simultánea. En su poder aseguró tener las pruebas en video de la estrategia de guerra sucia que puso en marcha la campaña presidencial de Gustavo Petro. Usando mecanismos encriptados de comunicación, alojados en servidores fuera de Colombia, la fuente remitió a esta revista horas y horas de video que se convirtieron en la mayor filtración de la política en el país desde el escándalo de los narcocasetes que dieron origen al Proceso 8.000.
Por semana.com
La justificación de la fuente, para contactar a este medio, fue la siguiente: “Como militante de la Colombia Humana, decido revelar una verdad frente a lo que ha pasado en estas elecciones; el límite moral debe caracterizarse por la necesidad de no degradar el debate ni condicionar la honestidad y la identidad política. Por esto, considero que es el momento de dar a conocer mi desacuerdo con una campaña que ha demostrado a toda costa que definitivamente el fin sí justifica los medios para llegar al poder (…) Hoy, tal vez tarde, me doy cuenta de que se está hundiendo en el fango con tal de quitar del camino a sus contrincantes, sin importarles sus familias, su carrera política y hasta su dignidad y honra”. La comunicación agregó: “Quiero con esto iniciar un camino que direccione a Colombia hacia un verdadero cambio, con el que pueda dejar atrás las campañas de odio y miedo, y que comencemos a avanzar hacia una patria en la que todos hagamos parte de un pacto por la paz, la igualdad y la justicia social”.
De inmediato, con el material recibido, la redacción de SEMANA comenzó una maratónica jornada para procesar cada minuto de video. Por tratarse de una información de interés nacional, la decisión fue publicar el contenido ante el compromiso de esta casa periodística con los lectores, la democracia y todos los colombianos. Lo que los periodistas encontraron fue demoledor. Se trataba de largas sesiones de los comités de estrategia política, digital y de comunicaciones de Petro, en las que se trazaron todos los planes que, comparados con lo que ha sucedido en los últimos meses, coinciden perfectamente. En varias de esas reuniones participó el candidato presidencial; su esposa, Verónica Alcocer, y algunos alfiles de confianza como Roy Barreras, Alfonso Prada, Eduardo Noriega, Catalina Velasco, Clara López, Armando Benedetti, Luis Fernando Velasco, Temístocles Ortega, Roosvelt Rodríguez y Eduardo Ávila.
Conectados vía Zoom, en algunos de esos encuentros participaron igualmente tres asesores extranjeros. El publicista ecuatoriano Vinicio Alvarado, quien trabajó con Cristina Fernández de Kirchner en Argentina y fue asesor de Rafael Correa en Ecuador. Alvarado terminó condenado por corrupción junto al expresidente y está prófugo. Asimismo, el catalán Xavier Vendrell, quien fue militante del grupo terrorista Terra Lliure, en España. Esa organización es señalada de cometer unos 200 atentados en ese país. El otro asesor internacional que se ve en algunas de las grabaciones es el psicólogo uruguayo Daniel Eskibel, fundador de Maquiavelo & Freud, un reconocido blog de psicología política.
Lo primero que revelan los videos es que, como lo anunciaba la fuente anónima, la primera y más macabra estrategia consistió en aniquilar política y moralmente a los contrincantes más fuertes de Petro para que llegaran muy débiles a la primera vuelta, el 29 de mayo, o que incluso se quedaran en el camino y no pudieran participar en la contienda.
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