Las elecciones de medio término de Estados Unidos no pudieron definir líneas claras entre las preferencias políticas de los ciudadanos, pero es una democracia tan aceitada que de inmediato y sin discusión pasan a los siguientes procedimientos para aclarar mediante la voluntad popular lo que quedó en disputa.
La votación del estado de Georgia, por ejemplo, deberá ir a una segunda vuelta que se realizará el 6 de diciembre; hay todavía conteo en Arizona y Nevada que podría llevarse días. Estos resultados son cruciales para ver si los republicanos se quedan con la mayoría en la Cámara de Representantes y el Senado.
Los rotundos resultados para los gobernadores republicanos en los estados de Florida, Texas y Georgia abren una interrogante de quién será el mejor candidato presidencial en 2024. No hubo una “gigantesca marea roja”, como dijo el presidente Joe Biden. A pesar de que por lo menos el condado de Miami Dade dejó de ser demócrata para volverse republicano y Florida dejó de ser un estado pendular. Sin embargo, apenas les hacen falta cinco escaños en la Cámara de Representantes para asegurar esa mayoría tan deseada y dos en el Senado. Lo que sucede es que Donald Trump y los republicanos no trumpistas tienen sus contradicciones y, aunque todos se cobijan bajo el mismo partido, hay cosas que los dividen seriamente.
De allí debe salir la ventaja de los demócratas que se han empeñado en ganar la mayoría de la Cámara del Senado. Si los demócratas obtienen la Cámara de Representantes, tendríamos un gobierno con pesos y contrapesos, en el que el Ejecutivo estaría dirigido por los seguidores de Biden y el Congreso por la ola roja, que aunque no fue todo lo inmensa que se pronosticó, sí hará peso en las decisiones importantes de gobierno.
“La democracia ha sido sometida a examen en los últimos años, pero con sus votos el pueblo estadounidense ha hablado”, dijo este miércoles Biden, que se mostró abierto a “buenas ideas” para el país y a hablar con los republicanos.
Todavía hay mucha incertidumbre y votos por contar; no obstante, para eso son las instituciones democráticas, para que cada organismo haga su trabajo, contar los votos, repetir vueltas de elecciones, etc.
Por lo pronto, Joe Biden salió favorecido con los resultados electorales de medio término. Trump va a enfrentar críticas internas que apuntarán a señalarlo como el culpable de que los republicanos no pudieran materializar la ventaja que las encuestas y proyecciones apuntaban a su favor, en un contexto sumamente crítico para los demócratas, una economía muy golpeada y una situación de crisis en la frontera sur..
Al final, lo más importante es que los estadounidenses tuvieron la posibilidad de expresar su opinión sobre todos los tópicos que les presentaron.