La interrogante que nos estamos haciendo los afiliados a la Asociación Venezolana de Agricultura Familiar (AVAF) es: Si el salario mínimo de un trabajador venezolano es de apenas 130 bolívares mensuales, ¿cómo puede vivir su familia con esos ingresos que se traducen en unos irrisorios diez dólares al cambio de hoy?
Así lo expresó a El Impulso, el abogado Juan Carlos Montesinos, presidente de la AVAF, quien dice que precisamente esa situación es la más preocupante para los pequeños y medianos productores, porque han visto y sentido que está disminuyendo el poder adquisitivo de la población venezolana.
Se está observando poco consumo de los rubros que se están produciendo y esto, indudablemente, perjudica a los agricultores, expresó. La gente no tiene cómo comprar los alimentos que se están sacando del campo a las ciudades.
Fue entonces cuando surgió la pregunta: ¿Cómo puede vivir una familia con diez dólares al mes?
Es imposible que con tal cantidad pueda satisfacer sus necesidades, expuso. Tenemos conocimiento que en noviembre del año pasado, la canasta alimentaria era de 396 dólares y la de octubre de este año llegó a 459 dólares, porque todavía no se ha dado a conocer la del mes pasado. Todo indica que se necesita más de los 130 bolívares por día para cubrir los gastos básicos de alimentación.
Quienes están aglutinados en la AVAF ya no pueden bajar más los precios porque apenas cubren los gastos de producción, manifestó Montesinos, quien añadió que también los agricultores están siendo perjudicados por el contrabando de papa, cebolla y otros frutos provenientes de Colombia.
Declaró el dirigente gremial que no existe explicación alguna de lo que sucede con los precios de los alimentos en Colombia con respecto a Venezuela.
Porque un saco de papas tiene un precio que oscila entre 14 y 16 dólares en el mercado mayorista de Bogotá y aquí, en Barquisimeto, lo traen para venderlo en diez dólares. Si ese producto es pasado por las trochas, quienes lo transportan tienen que pagar a las bandas que operan esos pasos. De modo, pues, que hay un trasfondo que nos intriga. No podemos investigarlo porque no somos organismo de seguridad, sino denunciarlo públicamente.
Pero, realmente lo que más nos preocupa en este momento es el bajo poder adquisitivo que existe en la población venezolana, el cual perjudica a los productores del campo, , porque sus productos están perdiendo demanda, resaltó Montesinos. Se trata de una situación muy seria y preocupante, que realmente da dolor.