Comercios cada vez más lujosos atiborran Las Mercedes, especialmente en época navideña. Las tiendas venden sus productos en la temporada festiva más importante del año a tan solo el 10% de la población que puede permitirse pagar artículos de lujo
Autores: Brian Contreras y Emily Placencia – TalCual
Entre deslumbrantes luces que parpadean, vehículos que lucen recién salidos del concesionario (o del puerto) y edificaciones modernas, la navidad se instala en Las Mercedes, una de las mecas de la burbuja de hiperconsumo que caracteriza por estos tiempos a la economía venezolana, especialmente en Caracas.
Al menos siete tiendas enfocadas en la venta de artículos navideños, la mayoría instaladas este mismo año, se extienden a lo ancho de apenas unas pocas cuadras en Las Mercedes: El Rincón de Santa, Feria Navideña, Harrows, Casa de Navidad, Joy Arte y Decoración, Navidad HP y Party King. Todas se avistan a la distancia, pues las luces navideñas que decoran los negocios resaltan a lo lejos. Algunas, incluso destacan por las extravagantes infraestructuras en las que están instaladas.
«Por Las Mercedes hay demasiadas tiendas de ese tipo, un montón de navidad apareció solo este año desde octubre. Para mí, es lavado de dinero», sospecha Oriana Ojeda, una caraqueña que trabaja en la urbanización Las Mercedes y que quedó «anonadada» por la cantidad de comercios de lujo que empezaron a surgir en el transcurso del último año. Pero no hay pruebas de que sea ese el impulso de los negocios.
Lo que sí está patente al recorrer Las Mercedes en temporada navideña es que se trata de un portal hacia una realidad que está al alcance de muy pocos, una postal que deja en evidencia las desigualdades de un país que intenta soportar su reactivación económica con un aluvión de consumo que, según expertos, es insostenible como fórmula de crecimiento.
Las tradicionales guirnaldas, follaje y bambalinas quedan en un segundo plano en estos establecimientos. Destacan los adornos más elaborados, menos humildes, con precios que fácilmente suman unas cuantas decenas de dólares.
Una figura de Santa Claus —San Nicolás, en criollo— de unos 60 centímetros de alto puede costar su longitud en dólares. Esos $60 representan unas cinco veces el salario mínimo integral de 171 bolívares, que equivale a Bs 11,58 al tipo de cambio establecido por el Banco Central de Venezuela (BCV) hasta este miércoles 14 de diciembre de 14,76 Bs/$.
Los adornos más grandes se asocian con precios de cifras de tres dígitos. Los montos de cientos de dólares quedan completamente fuera del alcance de la abrumadora mayoría de los venezolanos, pues 90% de la población percibe ingresos mensuales inferiores a los 500 dólares. Comprar un arbolito de navidad en Las Mercedes los dejaría sin salario, si acaso.
De acuerdo con datos de la consultora Moore GSF, solo 7% de los venezolanos (1,89 millones de personas) forma parte de la clase media alta, con ingresos mensuales de entre $500 y $2.000; mientras que apenas 3% (810.000 ciudadanos) recibe ganancias mensuales superiores a los $2.000. Este 10% es el target de las tiendas en Las Mercedes.
Este 10% frente al otro 90% que queda al margen de esta burbuja de consumo presente en Las Mercedes otorga sentido a los resultados de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) de 2022, que alertaron sobre el incremento de la desigualdad a pesar de registrar una reducción en los niveles de pobreza.
Atención casi personalizada
Un recorrido realizado por el equipo de TalCual en varias de estas tiendas permitió comprobar la realidad del comercio navideño en el área comercial más pudiente de Caracas, con particularidades propias de la zona.
Visitar cualquiera de estos locales brinda una experiencia diferente. El valet parking es primordial para quienes llegan en carros particulares, ascensores de vidrios o escaleras mecánicas y un vendedor por persona son algunas de las políticas que aplican para ofrecer el mejor servicio al cliente posible, quizás un diferencial que intente justificar los precios.
Un pino de 320 ramas ronda los $255, pero si el cliente lo quiere más poblado y con luces incluidas deberá pagar $552, es decir, 46,2% más. La variedad no es un problema. Incluso suele haber más árboles de navidad que personas, pues la afluencia en un día de semana es reducida. Los pasillos de los locales visitados eran merodeados por apenas dos o tres personas.
Las cestas para colocar los artículos de compra permanecen cerca de las escaleras o en las entradas de los locales y los que llevan alguna, no portan muchos artículos dentro de las mismas.
No todos los artículos son comercializados con cifras de dos dígitos. Las bambalinas, elemento decoración presente en todo arbolito de navidad, pueden encontrarse desde los $7 hasta $16 cada una. De vidrio, metal, con cintas o las clásicas de canutillos están dispuestas en columnas y a la vista de todos. Si el comprador prefiere llevar la típica caja de bambalinas (de seis a ocho) deberá pagar entre $12 a $15.
Las villas navideñas, típicas representaciones de pequeños pueblos nevados, son otra de las apuestas de estos locales. Los precios varían dependiendo del tamaño y van desde $41 hasta 192$. Velas con batería, adornos de Santa Claus y cajas de navidad son los adornos que más se encuentran en las estanterías y sus precios se asimilan a una montaña rusa: $23, $29 y $60, respectivamente.
Al consultar a una de las vendedoras de la tienda Navidad HP sobre la posibilidad de adquirir uno de los arbolitos de navidad totalmente decorado, esta respondió que se realizaba la cotización de todos los adornos. En un calculo rápido, una persona tendría que pagar aproximadamente $1.047 adornándolo solo solo bambalinas y cintas, o 90 salarios mínimos.
Las típicas cajas de luces también están a la orden de los compradores, en forma de estrellas, lunas y mini bombillos. Los colores también varían, para los más arriesgados, hay desde azules hasta moradas y para quienes prefieren los típicos colores navideños las encuentras en doradas, rojas, verdes y blancas. Los precios van desde los $5 hasta los $7 tomando en cuenta que las extensiones son de 30 bombillos.
Todas las tiendas tienen como aspecto en común la parafernalia de sus decoraciones, que resuenan con las lujosas fachadas y estructuras que muchas veces relucen. Navidad HP, por ejemplo, se ubica en la Torre Sena de Las Mercedes, descrita en su cuenta de Instagram como una «lujosa torre empresarial» con oficinas dirigidas al segmento de alto poder adquisitivo. El edificio es fácilmente reconocible desde lejos por sus paneles luminosos que forman figuras en la infraestructura.
Este es el caso también de Joy Arte y Decoración – Las Mercedes Outlet, una tienda navideña ubicada en la planta baja del Edificio Plaza C, un recinto empresarial distinguido por sus vidrios con tonos rosa.
Estas edificaciones van dando forma a la burbuja de lujos que se formó en Las Mercedes, que encuentra un ejemplo perfecto con la reciente apertura de Avanti, una tienda departamental diseñada específicamente con el objetivo de convertirse en el local más lujoso de la zona.
Avanti una «esquina de cristal»
Ubicada en la cuarta avenida de la Río de Janeiro, Avanti o «Vamos» al traducirlo al español, es la nueva apuesta de esta otra realidad en Las Mercedes. Creada por el arquitecto Raúl Fachin, los 17 mil metros cuadrados de esta tienda cuentan con ecotecnología de climatización Frigilux y sistemas inteligentes de ahorro de energía.
Pero esta tecnología no lo deja fuera de la realidad país. Al visitar sus instalaciones TalCual tuvo que pausar su recorrido, luego de que un apagón dejara totalmente a oscuras la tienda, durante casi cinco minutos. Los niveles de Avanti están predeterminados por áreas: tecnología, electrodomésticos, hogar, caballeros, damas y cosméticos. Sin adornos de Navidad.
En el nivel de tecnología las personas pueden adquirir desde teléfonos celulares hasta televisores con resolución 8K. Las marcas varían, LG y Samsung son las mayores apuestas, si de pantallas se trata. Adquirir uno de 75 pulgadas representa un golpe al bolsillo de $2.569 unos 221 salarios mínimos.
Si de aires acondicionados se trata los split están a la orden del día. Las marcas también varían: Whirlpool y nuevamente Samsumg hacen presencia como las favoritas y sus precios van desde $1.150. Al consultar a una de las vendedoras por el costo de una nevera, con puertas francesas y capacidad de 25 pies cúbicos, la respuesta fue «no la tenemos en sistema en estos momentos», pues el lujo no exime a la empresa de errores.
Los pisos superiores de Avanti van demarcando aún más el límite para adquirir los productos. En la sección de ropa y accesorios para damas marcas de grandes casas de moda como: Balenciaga, Valentino, Versace, Gucci, Alexander McQueen y Dolce & Gabbana son la gran vitrina, esta ultima casa ofrece piezas simples como un suéter en nada más y nada menos que $2.124.
Entre los precios más «económicos» que se pueden encontrar resalta una camisa de lino para caballeros de la casa de Núñez de Arenas en $60. Los jeans pueden adquirirse desde $716, unos zapatos Diésel en $260 y si se quiere complementar el look con un bolso de Armani Exchange hay que agregar a la factura $570.
Para las damas, las casas de moda como Michael Kors, Tory Burch y Moschino hacen acto de presencia. Los precios van desde $416 hasta $945. El maquillaje también está presente Clinique, Dior, Estee Lauder entre otras ofrecen labiales, polvos compactos, bases y rutinas de skin care.
Avanti no forma parte de la «navidad premium» desarrollada en Las Mercedes, pero ayuda a retratar de mejor manera el aluvión comercial y la gentrificación que experimenta esta urbanización caraqueña. Sin procesos productivos ni actividades con gran tracción económica, cada día hacen aparición más locales lujosos que venden productos finales importados.
El boom de los bodegones se desgastó, pero fue reemplazado con una nueva tendencia que incluye restaurantes y comercios de lujo que se sostienen con un nicho de mercado reducido mientras la economía empieza a dejar de crecer. Solo el tiempo determinará la sostenibilidad de estos locales.