En alianza con Aula Abierta, Radio Fe y Alegría Noticias difunde algunos de los datos más importantes de un informe que realizó esta organización de derechos humanos sobre el estado en el que se encuentran las facultades y postgrados de medicina en el país, además de los constantes ataques contra estudiantes universitarios de la salud. Los postgrados se van vaciando en grandes porcentajes y las especializaciones se quedan sin relevo
Autor: Oswin J. Barrios | Radio Fe y Alegría Noticias
Entre 2015 y 2022 hubo una tasa de deserción estudiantil en estudios de postgrados del 26% en la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela (UCV), de acuerdo al informe “Universitarios de la Salud en Riesgo: Violaciones a la Libertad Académica y Educación de Calidad”, publicado por Aula Abierta.
El informe al que tuvo acceso Radio Fe y Alegría Noticias cita información de la Gerencia de Estudios de Postgrados de la UCV que destacaba que para el año 2013, la Facultad de Medicina tenía una matrícula de 2.027 estudiantes; para 2014, de 2.229; y para 2015 era de 2.156.
Para agosto de 2022, se encontraban cerrados o inactivos 34 programas clínicos de postgrado, de los cuales al menos 16 fueron clausurados por falta de estudiantes: 10 especialidades y seis maestrías.
Ivonne Martínez, estudiante de último año de Medicina y Consejera Estudiantil en la UCV, reportó al equipo de investigación de Aula Abierta que, en el 2016, comenzaron a estudiar medicina 417 personas, de los cuales, aproximadamente el 40% se retiró entre el 2017 y 2018.
Entre los motivos, Martínez destacó la situación económica del país, la falta de oportunidad laboral para los profesionales de la Medicina, así como las malas condiciones y amenazas en los centros de salud.
Para septiembre de 2022, cuando se entrevistó a Martínez, solo quedaban 135 estudiantes, lo cual representaba una tasa de deserción estudiantil del 68%.
Lamentablemente, la UCV es solo uno de los rostros en el que se refleja la crisis que viven las facultades de medicina en Venezuela, con lo cual se ve amenazada el futuro de una nación que parece quedarse sin médicos y especialistas, en medio de la Emergencia Humanitaria Compleja a la que se enfrenta, según organismos internacionales.
LUZ en las sombras
Dora Colmenares, profesora de postgrado de Cirugía General de la Universidad del Zulia (LUZ), indicó al equipo de investigación de Aula Abierta que, para el año 2021, había 42 residentes en el postgrado de Cirugía General en el Servicio Autónomo del Hospital Universitario de Maracaibo, de los cuales se retiraron 10, lo que equivale a una cifra de deserción estudiantil del 24% en este postgrado.
Aula Abierta señala que esta crisis no es reciente, pues en el año 2019 se registró un “alarmante aumento” en los niveles de deserción estudiantil en los postgrados de medicina de LUZ, alcanzando incluso el 80% y 71.4% en los postgrados de Cirugía Torácica y Cirugía Cardiovascular, respectivamente.
La organización manifestó su preocupación debido a que los niveles de deserción estudiantil también se observan en los programas de pregrado de Medicina de LUZ.
Denlis Ortega, estudiante de sexto año de Medicina de LUZ, que al inicio de su carrera, en octubre de 2014, eran aproximadamente 800 estudiantes, mientras que para septiembre de 2022, estando a punto de graduarse, presumía que iban a egresar aproximadamente 300 estudiantes; es decir, 500 estudiantes menos, lo cual representaba un índice de deserción del 62.5%.
Sin residentes como estudiantes en la UDO
Una profesora del postgrado de Medicina Familiar de la Universidad de Oriente (UDO), quien no quiso ser identificada por temor a represalias, dijo que para la próxima cohorte de graduandos del 2022, egresarían solo cinco especialistas.
Según la profesora, el postgrado tuvo hasta 14 alumnos inscritos, pero desde el 2019, el promedio ha oscilado entre seis y siete residentes por año, lo que representa un índice de deserción estudiantil de aproximadamente el 50%.
Para la fecha en la que se documentó el informe, una estudiante residente de tercer año del postgrado en Cirugía General de la UDO en el Hospital Universitario Luis Razzeti, reveló que en su especialidad había 20 residentes: seis de primer año, ocho de segundo año y seis de tercer año.
Sin embargo, la residente informó que, aproximadamente la mitad de los estudiantes de esta especialidad manifestaban el deseo de emigrar, mientras que el resto esperaba realizar una superespecialidad en Venezuela o buscar alternativas para ejercer la profesión en medio de la crisis.
La estudiante dijo que varios residentes han reportado que se han visto obligados a asumir nuevas áreas en el hospital para garantizar el acceso a la salud a los pacientes, debido a que varios especialistas o egresados de medicina no realizan su trabajo de manera adecuada.
Refirió que dicha situación afecta su proceso formativo al tener que abandonar las responsabilidades propias de su postgrado para asumir nuevos compromisos laborales, siendo esta una de las principales causas que impulsan los niveles de deserción dentro del postgrado.
Escasez de insumos y presuntos delincuentes
La Emergencia Humanitaria Compleja declarada en el país en el año 2018, ha ocasionado una crisis de escasez o insuficiencia de insumos médicos en los hospitales venezolanos, lo cual afectó la libertad de estudiar de los estudiantes de pregrado y postgrado del sector salud, quienes ven limitada la realización de sus prácticas académicas, destacó Aula Abierta en su informe.
En ese contexto, el personal médico, incluyendo el universitario, optó por solicitar a los familiares de los pacientes el suministro de los insumos que se encuentran inexistentes o por resguardar los pocos que llegan a las entidades sanitarias en las que laboran, a los fines de poder atender oportunamente cualquier emergencia médica que se presente y cumplir satisfactoriamente con sus asignaciones académicas.
Sin embargo, Aula Abierta constató la inexistencia de lineamientos o directrices accesibles en cuanto a la legalidad de la posesión, resguardo o administración de insumos médicos, al interior y exterior de los hospitales venezolanos, por parte del personal que labora en los mismos.
Aunado a esto, el 26 de mayo de 2022, en un acto televisado a través de Venezolana de Televisión el presidente de la República, Nicolás Maduro, dijo que designaría a un “inspector secreto” para cada hospital del país para hacer controlaría.
“Quiero designar un inspector secreto para cada hospital del país, que sea un inspector externo que se articule a los comités de salud, a los consejos comunales y vayamos a meter el ojo, a hacer contraloría (…) y apoyar para que los hospitales renazcan, se fortalezcan, salgan adelante”, expresó Maduro.
Estas situaciones ocasionaron diversos actos de criminalización, persecución u hostigamiento en contra del personal médico perteneciente al sistema de salud público del país, incluyendo a los universitarios del sector salud.
En una entrevista realizada por el equipo de investigación de Aula Abierta a cuatro estudiantes de medicina de la UCV que se encuentran cursando su Internado Rotatorio, los estudiantes manifestaron su preocupación al ingresar y salir del Hospital Vargas de Caracas, debido a que son objeto de revisión por parte de los custodios del mismo.
“Revisan el bolso y pertenencias de uso personal. En algunos casos nos gritan que podemos ir presos si nos encuentran robando. No somos ningunos ladrones, somos estudiantes que nos estamos preparando para salvar vidas, para que un supuesto vigilante del gobierno no trate de esa manera”, expresó una estudiante del Internado en el Hospital Vargas de Caracas.
Por su parte, una estudiante del Internado en el Hospital Universitario de Caracas (HUC) manifestó al equipo de investigación de Aula Abierta que los llamados “inspectores de salud” les piden abrir los lockers y gavetas, “somos tratados de delincuentes”.
“En algunos casos hemos sido escoltados por sujetos vestidos de rojo que se encuentran en la puerta del HUC”, comentó.
“Al ingresar y salir del hospital piden abrir el bolso. No entendemos porqué revisan si ellos saben que en el HUC no hay insumos, no hay agua y algunas veces hasta falla la luz”, agregó la estudiante.
Otro residente de Obstetricia en el HUC expresó: “Tenemos prohibido pedir insumos a los pacientes. Ningún médico residente, médico de planta, enfermera o cualquier responsable de atender y brindar los cuidados de la salud puede pedir medicamentos, insumos médicos o cualquier otro material necesario para atender pacientes”.
Resaltó que en el hospital no hay insumos y quieren que con una caja de guantes atiendan a todas las pacientes en el servicio de obstetricia.
“Los guantes no se pueden reciclar y con el mismo guante no puedo hacer dos revisiones. Corro el riesgo de ir preso si me encuentran algún insumo entre mis pertenencias, la misma suerte si le digo algún paciente que traiga el insumo”, refirió el residente de obstetricia del HUC.
Cese a los actos de criminalización
Los retrasos a nivel tecnológico, la escasez o insuficiencia de insumos médicos y la asfixia presupuestaria que se presenta en las entidades de salud del país tiene consecuencias en la esfera individual y colectiva de la libertad académica, al afectar de manera significativa, no sólo el desarrollo de las prácticas y clases de pregrado y postgrado de medicina, sino también el derecho a la vida de los pacientes que acceden al sistema sanitario del país.
Aula Abierta exigió al Estado venezolano en su informe que cesen los actos de criminalización y estigmatización en contra de los universitarios de las ciencias de la salud, por la posesión de los insumos médicos indispensables para afrontar los retos de la atención en el sistema de salud venezolano, del cual se encuentran desprotegidos ante la grave crisis provocada por la escasez de insumos y las condiciones críticas en las que se encuentran las entidades sanitarias del país.
También exigió al gobierno nacional el suministro de los insumos y demás equipos necesarios para garantizar el derecho a la salud de la población en los distintos hospitales del país y la continuidad del proceso formativo de los estudiantes universitarios del sector salud.