Analistas: AN 2015 en el exilio deja vulnerable a la oposición

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La decisión de tres partidos de oposición: Primero Justicia (PJ), Un Nuevo Tiempo (UNT) y Acción Democrática (AD) de suprimir la figura del gobierno interino y reemplazar a Juan Guaidó de la directiva de la Asamblea Nacional (AN) 2015, ahora conformada por tres mujeres en el exilio: Dinorah Figuera, presidenta; Marianela Fernández, primera vicepresidenta y Auristela Vásquez como segunda vicepresidenta es catalogada por algunos politólogos y abogados en derecho constitucional como un error que deja en evidencia la «debilidad política» de la denominada Plataforma Unitaria, cuando falta poco más de un año para que se desarrollen nuevas elecciones presidenciales.

Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.

«La maniobra se concretó el jueves 05 de enero, evidentemente buscaba apartar a Guaidó de la conducción institucional de la oposición, porque como bien sabemos desde el 23 de enero de 2019 habíamos convertido al presidente de la AN 2015, en aquel momento llamada insistentemente legítima, como la oposición. Pero con lo que pasó ahora no hay nadie que descolle, que luzca protuberante como la voz, la opinión autorizada, el portavoz de la oposición». Es la opinión de Nelson Chitty La Roche, abogado y profesor de derecho constitucional.

Alega que los partidos políticos de oposición viven el momento más sombrío de su historia. Desde el 2015 cuando ganaron con amplia ventaja al Gobierno las elecciones del Parlamento, obteniendo la mayoría calificada en ese momento, nunca la oposición había estado tan dividida, al punto de sacar a la luz pública sus marcadas diferencias, acusándose de corrupción o traición. De hecho, uno de los primeros dirigentes que demostró su inconformidad con la eliminación de la figura del interinato fue Leopoldo López, fundador de Voluntad Popular, que estando también en el exilio publicó en su cuenta de la red social Twitter el 05 de enero:

«Muchas voces en su momento lo alertaron, y tenían razón, a @jguaido desde la Asamblea Nacional le ataron las manos, y lo que comenzó como un control político rápidamente derivó en chantaje y traición….Lo más importante, como se demostrará en un futuro, es que quienes acusaban a @jguaido eran realmente quienes, por detrás, intentaban cometer irregularidades desde el gobierno interino», escribió López.

Para Horacio Zavala, politólogo y docente universitario, este tipo de declaraciones lo que refleja es que la oposición mantiene una pelea que ni siquiera está planteada para sacar a Nicolás Maduro del poder, sino que está planteada sobre sus propios intereses personales y partidistas. Afirma que para sacar a Guaidó de la presidencia interina, PJ, UNT y AD aplicaron lo que se conoce en ciencias políticas como la teoría de las coaliciones en tríadas de Caplow.

«Se unieron tres partidos para sacar al menor o más débil, en este caso Voluntad Popular. Además, existe también la denominada Alianza Democrática que la encabeza Bernabé Gutiérrez, secretario general de Acción Democrática, intervenido por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), quien ha dicho que esta coalición no participará en las elecciones primarias, por lo tanto ya se asegura prácticamente que para el año 2024 habrá dos candidatos de oposición en las presidenciales, algo que beneficia a Maduro», comentó.

A su criterio, se debió mantener la figura de un presidente interino, así sea cambiando el nombre de Juan Guaidó por otro, para darle continuidad al discurso que durante cuatro años mantuvo la oposición a escala internacional por el control de los activos y fondos de la nación, alegando que en manos del gobierno de Maduro estos recursos se iban a despilfarrar por vías de la corrupción.

«Eliminar el interinato es un reconocimiento al fracaso de la oposición. Está bien quizás aceptar que el presidente interino no cumplió las expectativas del país, pero tenían que sustituirlo por la misma estructura, por un presidente, no acabar con el interinato. Eso puede generar problemas legales en el exterior por el control de los activos, ahora se deben cambiar la firma en cada país donde hay recursos congelados o empresas del Estado venezolano como Citgo en EE. UU, que desde 2019 está en control de la oposición. Retrasa todo el trabajo administrativo de la Asamblea Nacional 2015 y es una jugada que puede aprovechar Nicolás Maduro para quedarse con ese control de activos, como ha ocurrido en Colombia con Monómeros, devuelto al gobierno una vez que Gustavo Petro, presidente de izquierda, llegó al poder», enfatizó.

De cara a unas elecciones primarias, el politólogo, Mario Perdigón, sostiene que la decisión tomada la primera semana de enero ha generado confusión en la población y una percepción en la ciudadanía que Venezuela está acéfala de una oposición compacta. «Eso conlleva al desánimo, a la decepción de los electores tanto para su participación futura en unas primarias como en unas presidenciales», expresó.

Por su parte, Germán Aponte, politólogo, considera que por este tipo de errores que la oposición ha cometido desde 2015, sin saber aprovechar el triunfo electoral más contundente en ese momento, es que la ciudadanía ha decidido dejar los problemas políticos del país en segundo plano y se ha abocado a su supervivencia. «El 30 de diciembre y el 31, cuando se hablaba de la destitución de Juan Guaidó del interinato, la gente estaba en la calle comprando o trabajando, sin importarle lo que estaba pasando, porque la política para la gente pasó a un segundo plano. La gente está buscando resolver sus problemas inmediatos y punto, sin importarle quién esté o quién no esté en la política. No quiero decir que eso sea favorable para el Gobierno, porque simple y llanamente tampoco le interesa al gobierno de Nicolás Maduro», aseguró.

«Desconocida para el país»
Aunque Dinorah Figuera, actual presidente de la Asamblea Nacional 2015, venga de ser parlamentaria desde el año 2010 y haya tenido una actividad política desde los años 90 en la oposición, primero en La Causa R y después en PJ, analistas políticos consideran que por tener más de cuatro años en el exilio, desde el 2018, es una figura desconocida para aquella población que no siga las informaciones del entorno político en Venezuela. Lo mismo ocurre con Marinela Fernández de Un Nuevo Tiempo, primera vicepresidente y Auristela Vásquez, segunda vicepresidente de este parlamento al que Estados Unidos mantiene su reconocimiento.

«¿Qué busca la oposición con colocar a sólo mujeres dentro de la directiva de la AN 2015, que además están en el exilio? La lógica dice que lo que buscan es que no las toquen ante cualquier jugada del Gobierno de persecución. Colocan a Dinorah Figuera como presidenta de este parlamento cuando tiene desde 2018 viviendo en España, es una sobreviviente del cáncer. Pero hay que recurrir a lo que dice la historia, un gobierno en el exilio es un gobierno inoperativo», manifestó el abogado, Nelson Chitty La Roche.

Recordó lo que ocurrió entre los años 1936 y 1939, que se creó un gobierno en el exilio durante la Guerra Civil Española y la dictadura de Francisco Franco. «Era gente que se reunía y que ninguna de sus medidas tuvieron efecto alguno porque el poder lo tenía Franco. Esta figura de gobierno interino en el exilio duró hasta los años 60 y se murió de mengua, tuvieron que matar ese interinato porque no dio resultados», expresó.

«Considero que la oposición tampoco fue que buscó a una persona para que saliera al día siguiente en nombre de la AN 2015 para que diera la cara por el país, combatiera a la dictadura de Maduro o para que representara alguna personería política opositora. Esa es la verdad. Por la condición en que se encuentra Dinorah Figuera, que salió del país en 2018 por la persecución que tenía el Gobierno al ella denunciar el asesinato del concejal Fernando Albán, preso político, es lógico que no va a regresar a Venezuela», dijo La Roche.

Existe vacío de liderazgo
El politólogo, Germán Aponte, sostiene que actualmente los dirigentes de la oposición que han manifestado que participarán en las primarias tienen tantos niveles de rechazo en las encuestas como el Gobierno. «No veo liderazgos, veo que lo que hay es dirigentes. Hay personas que están emergiendo y las condiciones están dadas para que emerjan, pero hay que ver qué ocurre en los próximos meses», expresó.

El abogado, Nelson Chitty considera que ese vacío de liderazgos podrían llenarlos representantes de la sociedad civil o gremios de educación, que desde el 09 de enero han logrado protestas en todo el país.

«Las universidades, el magisterio, eso está a punto de una gran crisis, ya no aguanta más y por allí podría iniciarse un proceso de contestación, un resurgimiento de la oposición, con la posibilidad de que aparezcan otros aspirantes en el entorno político que convenza a la ciudadanía. Probablemente comencemos otra etapa de protestas en los primeros tres meses del año por los niveles de hiperinflación», expresó.

Gobierno activa ola de persecución
El pasado 09 de enero, El fiscal general de la República, Tarek William Saab, informó que han solicitado alerta roja internacional para que se haga efectiva las órdenes de aprehensión contra la nueva directiva de la Asamblea Nacional de 2015. La medida también contempla incautación y aseguramiento de los bienes, bloqueo e inmovilización de cuentas bancarias y prohibición de enajenar y gravar.

«Era previsible que ocurriera la persecución del Gobierno contra la nueva directiva de la AN 2015, esa ola de violencia contra los líderes de la democracia ha ocurrido desde 2015», expresó Guillermo Palacios, dirigente de UNT en Lara y parlamentario de 2015.

Deben replantear nuevas estrategias
«Con un vacío de liderazgos, las posibilidades del surgimiento de nuevas fuerzas políticas, nuevas terceras vías son cada vez más posibles por la decepción de la ciudadanía con la dirigencia opositora. Eso requiere un replanteamiento de los partidos políticos de oposición y de todo aquel que defienda los principios democráticos y que busque un cambio político en el país», manifestó Mario Perdigón, politólogo.

A su criterio, este 2023 los sectores opositores tienen el reto de conformar una gran plataforma unitaria, donde no sólo participen los partidos, sino todos los sectores sociales.