Latinoamérica en desventaja por fallas en la calidad educativa

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El desarrollo y crecimiento económico de las naciones está estrechamente relacionado con la calidad educativa. Si en la actualidad, países como Estados Unidos, China, India, Singapur, Corea del Sur, Israel, Finlandia, Japón y Suecia están entre los que registran mayor crecimiento económico per cápita es porque sus gobiernos llevan décadas invirtiendo en educación, buscando tener una cobertura escolar amplia para crear productos más sofisticados que valgan más en los mercados internacionales.

Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.

En América Latina el 60% de la fuerza laboral no ha terminado la educación secundaria, algo que no ocurre en países asiáticos. Así lo explicó José Manuel Salazar Xirinachs, secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en una entrevista a inicios de enero realizada por Andrés Oppenheimer, periodista de CNN en español.

«Si uno ve la tasa de crecimiento de una década, en 1980 América Latina en promedio sólo tuvo un crecimiento económico de 2% y se llamó la década perdida. Veníamos de crecer 5% o casi 6% en la década de los 50, 60 y 70. Del año 2010 al 2020 estábamos otra vez con un crecimiento de 2%. Pero si uno calcula el crecimiento desde 2014 e incluimos el año 2023 donde tenemos esta estimación de 1,4%, el crecimiento en esta década sólo será de 0,8%. Es decir, hemos tenido un desempeño económico mediocre», resaltó.

Oppenheimer argumenta en su libro «Basta de Historias», publicado en 2010, que este desarrollo económico no tiene nada que ver con las ideologías políticas, porque China es una dictadura comunista, Singapur una dictadura de extrema derecha, Israel una democracia. Pero estos países tienen algo en común: «Están obsesionados por la educación, por la ciencia, por la tecnología y por la innovación, y por eso están creciendo y reduciendo la pobreza tanto más que Latinoamérica», apuntó.

De acuerdo con el programa de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que realiza cada tres años un examen mundial llamado «PISA», para evaluar las habilidades de estudiantes de 15 años en lectura, matemáticas y ciencias, abarcando 79 países y 600 mil estudiantes. Los países de Latinoamérica que en 2018 (última vez que se aplicó esta prueba) tuvieron mejores resultados en lectura fueron: Chile, obtuvo el puesto 43 en el ranking mundial, Uruguay con el puesto 48 y Costa Rica el 49.

En ciencias, Chile también encabezó la lista en Latinoamérica con el puesto 45 global, seguido de Uruguay 54, México 57 y Costa Rica 60. En matemáticas los países más destacados fueron Uruguay, puesto 58 global, Chile 59, México 61 y Costa Rica 63.

Luisa Pernalete, coordinadora del Centro de Formación e Investigación de Fe y Alegría, indicó que si la Unesco no emite estadísticas sobre qué posición ocupa Venezuela en materia de comprensión lectora, ciencias y matemáticas en la población escolar es porque las pruebas PISA las dejó de aplicar el Ministerio de Educación desde el año 2010. Pero apunta que Venezuela junto con Haití, Nicaragua y Honduras son los países que tienen la educación más pobre de la región.

Una investigación de la Unesco publicada el 10 de diciembre de 2021 titulada «La crisis de aprendizaje en las aulas de Latinoamérica», indicaban que 6 de cada 10 niños de 10 años eran incapaces de leer y comprender un relato simple en el año 2021. Eso representa unos 7,6 millones de niños afectados.

Panorama nacional
La calidad educativa en Venezuela es una tarea pendiente, así lo afirma Luisa Pernalete. En otrora el país tenía uno de los mejores sistemas educativos del continente, pero desde el año 2000 viene en franca decadencia.

Señala que el primer factor que ha afectado la calidad educativa es que en las aulas de clases no se aplican test o pruebas que le permitan al Estado medir el aprendizaje en primaria y bachillerato. Sólo hay estudios de fuentes secundarias, como la UCAB que en octubre de 2022 dieron algunos indicios del sector a través del informe Sistema de Evaluación de Conocimientos en Línea (Secel) del año escolar 2021-2022. Allí se develó que los alumnos del sistema educativo venezolano no tienen los conocimientos necesarios sobre matemáticas y habilidad verbal. «Su nivel de competencias en estas áreas se deteriora a medida que avanzan en bachillerato y la brecha de aprendizaje es mayor entre los estudiantes de colegios privados y los de colegios públicos», reseñan. Estas fallas aunque se agravaron con la pandemia se venían arrastrando hace tiempo.

La nota global promedio en matemática fue de 8,1 sobre 20 puntos. En cuanto a las habilidades verbales (comprensión lectora, redacción, gramática y ortografía), 6 de cada 10 estudiantes reprobaron la evaluación. Para este estudio se aplicaron 16 mil pruebas en colegios privados y públicos en 10 estados del país.

Segundo factor que afecta, la opacidad en las cifras del Ministerio de Educación que no publica la memoria y cuenta desde 2015. «Ni siquiera los investigadores podemos decir cuáles son los datos oficiales, digamos sobre materia educativa. ¿Cuántas escuelas públicas hay?, no lo sé, en otros países uno se mete en la página del Ministerio de Educación y uno puede saber cuántas hay y cuántas están construyendo, aquí no», resaltó Pernalete.

Tercer factor, las escuelas se están quedando vacías. La especialista señala que la demanda de estudiantes en la carrera de Educación ha caído bárbaramente en los últimos años. «La Escuela de Educación UCAB Guayana y Caracas están ofreciendo becas para los que quieran estudiar Educación porque están en primer año sin alumnos. Hay escuelas de la carrera de pedagogía que se han cerrado», exclamó Luisa Pernalete.

Datos que dio el 23 de enero el sacerdote jesuita, Manuel Aristorena, director nacional de Fe y Alegría, señalan que en 2021 solamente se inscribieron en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) 3.558 estudiantes a nivel nacional. Esta era una carrera que en 2005 tenía una matrícula de 30.000 estudiantes al año.

Raquel Figueroa, especialista en políticas públicas de educación, señaló que Venezuela a la vuelta de unos pocos años no tendrá generación de relevo que sustituya a los docentes que están por jubilarse. El país registra la mayor diáspora de educadores de la historia. Sus estimaciones apuntan a que desde 2019 se han ido 249 mil educadores por los bajos salarios. Esto ha ocasionado déficit de educadores de matemáticas, física, química, biología e inglés. Y hay una desprofesionalización de la carrera, porque ahora esas vacantes están siendo reemplazadas con profesionales no calificados a través del Plan Chamba Juvenil.

«El Gobierno emitió una resolución que establece que los alumnos que no cursen matemática, física, química porque no tenga profesor, esa nota se les promedia e igual se gradúan de bachiller. Por eso es que llegan con tantas deficiencias a las universidades», argumentó.

Apuntó que la pobreza en el que se encuentran los niños y adolescentes de la educación pública que representan el 85% de la matrícula nacional, ha llevado a 1.5 millones a abandonar las aulas de clases. «Hay una disminución de la matrícula estudiantil de 27,5%. Esto obedece a que hay una intromisión de la pobreza en la educación, una desigualdad social de la educación como derecho humano», expresó Figueroa.

Se aferran a defender la calidad en las universidades
La rectora de la Universidad Nacional Experimental Politécnica «Antonio José de Sucre» (Unexpo), Rita Áñez, contó a La Prensa que las universidades públicas más prestigiosas del país resguardan la calidad educativa aplicando varias estrategias como, por ejemplo, ante la diáspora de docentes en las carreras de ingeniería han contratado profesores jubilados de calidad para cumplir con el programa curricular.

«Segundo, la infraestructura de laboratorios es importante en carreras de ingeniería. Nos preocupa cómo preservar equipos y máquinas de laboratorio por el déficit de presupuesto que registran las universidades públicas. La última vez que hubo una dotación fue en 2015, luego nos llegó un remanente en 2019. Entonces para solucionar ese problema hemos realizado convenios con las industrias de Lara, y ahora los jóvenes ven sus prácticas de laboratorios en las empresas que tienen la maquinaria. Antes uno iba a la empresa con el conocimiento de la universidad. Ahora hay que ir a entrenarse en las mismas empresas, a aprovechar el parque de manufactura», comunicó.

El abandono de los estudiantes de las aulas de clases por la crisis económica y migración le han tratado de dar solución con la educación a distancia desarrollando un campus virtual de aprendizaje.

Indicó que en la Unexpo las carreras más demandadas en la actualidad son: electrónica, sistema, mecatrónica e ingeniería industrial. A nivel nacional, la Unexpo registró en 2022 unos 700 egresados, lo que representó una disminución de 30% en comparación con 2019 cuando se graduaron unos 1000 estudiantes.

Hace más de una década, la matrícula de egresados de la Unexpo rondaba los 3000 mil ingenieros al año, según comunicó.

Sin planificación estratégica
Aarón Olmos, economista y profesor de posgrado del IESA, considera que debido al deterioro que ha tenido la calidad educativa en los últimos 23 años, en Venezuela no existen planes estratégicos ni en primaria, secundaria o bachillerato para formar a la mano de obra necesaria que impulse el desarrollo económico del país.

«En otros países la educación inicial, primaria, media, universitaria está conectada con programas económicos, con planificación estratégica. Por ejemplo, una nación debe saber cuántos ingenieros forestales, médicos, arquitectos, abogados necesita a la vuelta de un lustro o una década. Entonces, en función de eso se hacen programas orientados a facilitar la formación de ese tipo de profesional. En Venezuela ese tipo de políticas no existen», expresó.