Citgo, la filial estadounidense de Petróleos de Venezuela (PDVSA), se encuentra en una encrucijada existencial, ya que enfrenta una posible subasta debido a las demandas de acreedores en la justicia estadounidense. Estos acreedores buscan cobrar deudas del país caribeño mediante la venta de las acciones de la refinadora.
Con información de Infobae
La agencia de noticias AFP analiza los escenarios en torno a esta situación que involucra a Citgo, la cual está atrapada en la disputa política entre Washington y Nicolás Maduro, incluyendo un embargo al crudo venezolano desde 2019.
La consultora EMFI Securities, con sede en Londres, estima que los reclamos contra Citgo en Estados Unidos superan los 20.000 millones de dólares, debido a la creciente lista de acreedores con reclamos por bonos de PDVSA emitidos por la administración de Maduro en 2020, así como por expropiaciones de activos petroleros y mineros en Venezuela.
La alternativa propuesta por la directiva ad hoc designada por la oposición venezolana en 2019 y reconocida por Washington, es negociar con los acreedores. El presidente de la directiva, Horacio Medina, afirma que Citgo tiene la capacidad de renegociar alrededor de 11.000 millones de dólares de las deudas reclamadas.
En 2019, Citgo tenía un valor de 4.500 millones de dólares y una deuda de 4.800 millones, según Medina. Sin embargo, la situación ha mejorado en la actualidad, con un valor estimado de alrededor de 10.000 millones de dólares. Citgo ha registrado ganancias y ha recomprado deuda, beneficiándose del aumento en la refinación debido al alza de los combustibles después de la invasión rusa a Ucrania.
A pesar de estos avances, el futuro de Citgo es incierto debido a las medidas aprobadas por el juez federal Leonard Stark el año pasado, que permiten la venta de las acciones de PDV Holding -la casa matriz de Citgo- como compensación a la corporación canadiense Crystallex por la expropiación de una mina en Venezuela en 2011. Además, la empresa estadounidense ConocoPhillips espera indemnizaciones por expropiaciones ocurridas en 2007.
El juez Stark valida el argumento de los acreedores de que Citgo es un «alter ego» del régimen de Venezuela, lo que la convierte en un activo disponible para pagar los compromisos de PDVSA y el país.
La administración de Maduro, que denuncia un «robo» de Citgo, sigue teniendo el control de PDVSA, pero la directiva ad hoc encabezada por Medina administra su subsidiaria en Estados Unidos.
La amenaza de una subasta es inminente, ya que el gobierno de Joe Biden anunció que «no tomará medidas» para bloquearla. Aunque existen llamados en Venezuela para discutir el caso en la mesa de negociación entre Maduro y la oposición, las conversaciones se encuentran paralizadas desde hace meses. Washington ha mostrado disposición para flexibilizar las sanciones.
Medina sugiere la posibilidad de liberar sanciones para permitir el envío de crudo venezolano a Estados Unidos y utilizar parte de los ingresos para pagar la deuda, sin comprometer la empresa. Esto cumpliría con los intereses de Estados Unidos, la oposición y el régimen de Maduro.
Si el flujo de reclamos debido a la decisión del juez Stark continúa aumentando, Medina reconoce que el remate sería inevitable, ya que Citgo no puede responder a todos los casos de PDVSA y Venezuela a la vez, y los acreedores no podrían cobrar todas sus deudas.