Con Informacion de San Diego Tribune
Hunter Biden está acusado de no haber declarado correctamente sus impuestos en los años 2017 y 2018, así como de un delito relacionado con la posesión de un arma de fuego, lo cual es ilegal cuando se trata de una persona con adicciones.
El hijo del presidente tenía previsto llegar a un acuerdo de culpabilidad con el Departamento de Justicia, mediante el cual se sometería a dos años de libertad condicional a cambio de evitar un juicio por el cargo de posesión ilegal de un arma, que conllevaría una pena de varios años de cárcel.
Sin embargo, ese acuerdo se rompió cuando la jueza encargada del caso, Maryellen Noreika, nominada por el expresidente Donald Trump, expresó dudas sobre el mismo durante una vista.
Hunter Biden finalmente decidió declararse no culpable de los cargos que se le imputan, debido a la incertidumbre sobre si podría enfrentar juicios futuros por los delitos tributarios.
Los rivales políticos de Joe Biden han utilizado estas investigaciones para cuestionar los negocios de su hijo en el extranjero y han acusado a la familia del presidente de corrupción.
La investigación contra Hunter Biden se inició en 2018 durante el mandato de Trump, y los republicanos han acusado a Biden de no haber hecho esfuerzos para llevarla hasta el final.
No obstante, el Gobierno de Biden ha tratado de demostrar que la investigación se lleva a cabo de manera independiente y ha mantenido al fiscal nombrado por Trump a cargo de la misma.