Hace casi un año, un grupo de emprendedores comenzó a denunciar una serie de casos de presunta estafa por parte de la empresa de envíos internacionales Latimcargo & Trading Inc. Esta empresa ofrecía servicios de importación de productos desde China y Estados Unidos.
Según los testimonios de los afectados, más de 60 comerciantes contrataron los servicios de esta empresa para importar mercancía por vía marítima. Confíaron en Latimcargo & Trading Inc. debido a una campaña publicitaria en Venezuela que contó con la participación de reconocidas personalidades como Daniel Sarcos y Maite Delgado.
Sin embargo, una vez que contrataron el servicio, comenzaron a surgir problemas e inconvenientes. Los denunciantes aseguran que la empresa evadía sus preguntas y respondía con excusas.
La mercancía comenzó a llegar en enero, pero se suponía que se entregaría en febrero. Sin embargo, cuando llegó marzo, la mayoría de los emprendedores aún no había recibido sus productos. Se reunieron con la empresa en sus oficinas en Caracas y les prometieron que recibirían su mercancía en un plazo máximo de 15 días, pero esto nunca sucedió.
Mientras tanto, Latimcargo & Trading Inc. publicaba comunicados en redes sociales explicando que la demora se debía a problemas de liquidez y económicos. Según los denunciantes, la empresa les prometió una espera de tres meses, pero muchos de los productos salieron en noviembre del año pasado y aún no han llegado.
La empresa comenzó a despedir a sus empleados y algunos de ellos denunciaron el incumplimiento de contrato al Ministerio del Trabajo. La situación empeoró cuando los denunciantes descubrieron que la sede física de la empresa había sido clausurada por el Instituto Postal Telegráfico (Ipostel) debido a la falta de concesión postal.
A pesar de esto, Latimcargo & Trading Inc. sigue operando en medios digitales y captando nuevos clientes a través de redes sociales. Algunos denunciantes también informaron que la empresa les hizo un «recargo» en los precios de la mercancía, pero estos recargos superaban el precio real de los productos.
Como resultado de los retrasos en las entregas, los emprendedores se vieron obligados a cerrar sus negocios y no pudieron generar ingresos. Se encuentran en una situación económica, psicológica y de salud precaria debido al estrés que han sufrido.
A través de las redes sociales, los afectados están llevando a cabo una campaña para que se escuchen sus denuncias. Han enviado sus quejas a diferentes entidades estatales, pero hasta ahora no han recibido una respuesta concreta de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) ni del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).