Vladimir Putin, presidente de Rusia, expresó su deseo de fortalecer la cooperación con el régimen de Pyongyang en un mensaje de felicitación al líder norcoreano, Kim Jong-un, con motivo del Día de la Liberación de Corea. En su comunicado, Putin destacó la importancia de la cooperación bilateral en beneficio de ambos países y para promover la estabilidad y seguridad en la península coreana y en toda la región del noreste asiático.
El presidente ruso también resaltó que la estrecha cooperación entre Rusia y Corea del Norte se estableció durante la liberación de Corea de Japón y los difíciles tiempos de guerra. Estas declaraciones se suman a las palabras del ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, quien calificó al régimen de Corea del Norte como un «socio importante» para Moscú durante su reunión en Pyongyang.
Sin embargo, estas declaraciones de Putin se producen en un momento de tensión en la región. Las relaciones entre las dos Coreas se encuentran en su punto más bajo y Kim Jong-un ha llamado a acelerar la carrera armamentista, incluyendo el desarrollo de armas nucleares tácticas.
Por otro lado, en una medida controvertida, Kim Jong-un ha prohibido a las mujeres el uso de pantalones cortos, considerándolo un comportamiento capitalista y contrario a los valores norcoreanos. Esta prohibición se aplica bajo la Ley de Rechazo del Pensamiento y la Cultura Reaccionarios y ha generado críticas y quejas por parte de las mujeres en el país.
El régimen dictatorial de Corea del Norte mantiene a la mayoría de su población en la pobreza y niega sistemáticamente las libertades básicas. Human Rights Watch ha señalado en un informe que el gobierno utiliza el miedo al castigo colectivo para silenciar el disenso.
En resumen, las declaraciones de Putin resaltando la importancia de la cooperación con Corea del Norte y la prohibición de pantalones cortos impuesta por Kim Jong-un son reflejo de la compleja situación en la región, donde la diplomacia se encuentra estancada y las tensiones continúan en aumento.