El expresidente Donald Trump enfrenta un cuarto caso judicial ahora en Georgia por, presuntamente, intentar interferir los comicios presidenciales de 2020.
El complot político de la izquierda y de la extrema izquierda en Estados Unidos contra el expresidente Donald Trump continúa sin un final cercano hasta el momento. Ahora el exinquilino de la Casa Blanca enfrenta un cuarto caso judicial.
Sin precedentes en la historia de la nación, el avance de la tendencia radical «progresista» (socialista) mantiene supuestamente bajo su control más de 70 distritos judiciales en el país, con una influencia de poder alarmante sobre -incluso- otras instituciones federales.
Los fondos y el respaldo a esta tendencia son destinados a revertir el destino conservador de EEUU y pretenden cambiar el rumbo de capitalismo occidental a un «capitalismo» con la mayor centralización posible de poder del estado federal.
A pesar de la división de poderes, Joe Biden, los nuevos demócratas, el Departamento de Justicia y el FBI (Buró Federal de Investigaciones), se encuentran -al parecer- ya montados en ese carril ante los ojos de la democracia y el pueblo norteamericano.
Los propósitos de la izquierda
La eliminación del terreno político estadounidense del más ferviente opositor (Trump) resulta esencial. Por tal razón, todos los esfuerzos se dirigen en esa línea cuando las encuestas dan el menor respaldo en la historia a la gestión de un Presidente en funciones: Joe Biden.
Los propósitos son evidentes: el desgaste moral, financiero y político del candidato favorito republicano para las elecciones presidenciales de 2024, una modalidad que se hace cada vez más evidente a gran escala bajo regímenes autoritarios en el mundo, incluso, democráticos.
Un gran jurado en el condado de Fulton, Georgia, acusó a Trump luego de una investigación sobre sus supuestos esfuerzos para “anular” las elecciones presidenciales de 2020.
También se emitieron cargos penales contra el exjefe de gabinete de la Casa Blanca de Trump, Mark Meadows, los abogados Rudy Giuliani, Sidney Powell, Jenna Ellis, Kenneth Chesebro, Jeff Clark y John Eastman, entre otros. La inculpación de Georgia abarca a 19 personas en total. Todos conservadores.
La acusación a Trump se basa en 13 cargos, incluida la violación de la Ley RICO de Georgia, la conspiración para cometer suplantación de identidad de un funcionario público, conspiración para cometer falsificación en primer grado y conspiración para cometer declaraciones y escritos falsos.
Trump dará a conocer «evidencia irrefutable»
Según cita el diario The Political Insider y otros medios, Trump dará a conocer “evidencia irrefutable” que posee su equipo legal y que -afirma él- conducirá a la “exoneración total” en el caso de Georgia.
Trump insiste en que hubo un fraude generalizado en las elecciones presidenciales de 2020 y acusa de alta corrupción al Departamento de Justicia que dirige ahora Merrick Garland.
El informe debe presentarse el lunes en una conferencia de prensa desde su campo de golf de Bedminster en Nueva Jersey.
“Con base en los resultados de este informe conclusivo, se deben retirar todos los cargos en mi contra [y] otros. ¡Habrá una EXONERACIÓN completa!” escribió Trump en su red social Truth Social.
“Nunca han perseguido a quienes manipularon las elecciones presidenciales de 2020”, afirmó. “¡Sólo persiguen a los que lucharon para encontrar la verdad!”, agregó.
Representantes y senadores republicanos, junto a los partidarios del exmandatario fustigaron la nueva acusación en Georgia como una prueba más de que “los fiscales deshonestos y el DOJ tratan de interferir en las elecciones presidenciales de 2024”.
Acusaciones a Trump contra descalabro de Biden.
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