La idea de la dolarización ha sido recurrente en momentos de crisis macroeconómicas y cambiarias en Argentina. En los años 90, durante la crisis de 2001 y actualmente, esta propuesta ha surgido debido a la difícil situación actual y a la propuesta del candidato presidencial Javier Milei.
Algunos opositores a la dolarización han cambiado de opinión, mientras que otros que antes la defendían ahora creen que no es el momento adecuado. Incluso los bancos internacionales, que anteriormente consideraban que la dolarización era necesaria, ahora han expresado objeciones. Además, la mayoría de los países latinoamericanos que también sufrían de alta inflación en aquel entonces lograron superarla a través de una mejor gestión fiscal y con bancos centrales más independientes.
Pero, ¿cuándo estuvo Argentina más cerca de dolarizar en su historia reciente? La idea surgió durante la crisis mexicana del «Efecto Tequila» en 1995. En ese momento, el director del Banco Central, Roque Fernández, y Pablo Guidotti, economista formado en la Universidad de Chicago, consideraron la posibilidad de abandonar por completo la moneda nacional para evitar los impactos negativos de las crisis cambiarias en los flujos de capital.
Guidotti argumentaba que la tasa de interés que Argentina pagaba por los bonos en dólares reflejaba un riesgo implícito de devaluación que desaparecería a través de un tratado monetario con Estados Unidos. Según él, si Argentina dolarizaba su economía, podría reducir significativamente el riesgo país y obtener beneficios como una rápida caída de la inflación, las tasas de interés y los costos de las transacciones financieras.
Sin embargo, el presidente del Banco Central en ese momento no prestó mucha atención a la propuesta de Guidotti, ya que temía ser visto como el responsable de destruir el plan de Convertibilidad del ministro Domingo Cavallo. Además, los funcionarios de Estados Unidos también tenían dudas sobre la dolarización de Argentina.
En los años siguientes, se discutieron aspectos clave del posible acuerdo, como la supervisión de los bancos argentinos, el papel de prestamista de última instancia y la pérdida del señoreaje. Sin embargo, estos temas no avanzaron y la idea de dolarizar fue perdiendo fuerza.
En 1999, Carlos Menem, presidente de Argentina en ese momento, propuso avanzar con un plan de dolarización unilateral, pero Estados Unidos se opuso a firmar un tratado de integración. Aunque Menem no logró concretar su plan, la idea de la dolarización ha vuelto a ser discutida en la actualidad.
En resumen, la dolarización ha sido una propuesta recurrente en momentos de crisis económicas en Argentina, pero hasta ahora no ha sido implementada. La opinión sobre esta idea ha cambiado a lo largo del tiempo y actualmente se debate su viabilidad en medio de la difícil situación económica del país.