Dos nuevas variantes de Ómicron, las variantes EG.5 y BA.2.86, han generado preocupación en los últimos meses. Sin embargo, según los datos disponibles hasta ahora, su impacto en la salud pública no parece ser significativamente diferente al de otras variantes de Ómicron.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha publicado recientemente una nota técnica sobre estas dos variantes, que han sido objeto de escrutinio. La variante EG.5, derivada de XBB.1.9.2, fue detectada por primera vez en febrero de 2023 y clasificada como una «Variante de Interés» en agosto pasado. Aunque se ha observado un aumento en la proporción de infecciones por EG.5 en todo el mundo, no se han detectado cambios significativos en la gravedad de la enfermedad relacionada con esta variante.
Por otro lado, la variante BA.2.86 surgió en Dinamarca en julio de 2023 y ha sido clasificada como variante bajo vigilancia por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, debido a la limitada evidencia disponible, se necesita más investigación para comprender mejor su capacidad de transmisión, su capacidad de evadir la respuesta inmunitaria y su gravedad potencial.
La OPS ha evaluado el riesgo para la salud pública planteado por la variante EG.5 como bajo y comparable al de otras variantes de interés que circulan actualmente. Sin embargo, la evaluación de la variante BA.2.86 aún está en proceso, lo que destaca la importancia de mantener una vigilancia constante sobre estas variantes emergentes.
María Van Kerkhove, jefa técnica de la OMS en asuntos relacionados con el COVID-19, ha informado que la variante EG.5 presenta una mayor capacidad de transmisión, pero no parece ser más grave que otras variantes de Ómicron. Aunque su capacidad de transmisión ha aumentado, no parece causar una forma más severa de la enfermedad en comparación con otras variantes identificadas previamente.
La falta de datos relacionados con el COVID-19 reportados a la OMS por muchos países ha sido motivo de preocupación. La OMS ha emitido un conjunto de recomendaciones permanentes para combatir la propagación del virus y ha instado a los países a continuar reportando datos y ofreciendo la vacunación.
En general, es vital mantener un monitoreo constante de las variantes emergentes, como la EG.5 y la BA.2.86, a medida que el virus SARS-CoV-2 sigue evolucionando. Aunque los riesgos parecen ser bajos en este momento, es importante seguir las recomendaciones de las autoridades de salud pública y mantener una vigilancia activa para garantizar una respuesta efectiva a la pandemia en curso.