Un cohete Atlas V 551 de United Launch Alliance (ULA) despegará este martes desde Cabo Cañaveral (Florida) para poner en el espacio los satélites de vigilancia de la misión secreta Silent Barker, en la que están unidas la Oficina Nacional de Reconocimiento y la Fuerza Espacial de EEUU.
Si las condiciones meteorológicas lo permiten, el cohete partirá a las 8:34 hora local (12:34 GMT) del 29 de agosto del Complejo Espacial de Lanzamiento número 41 de la base aeroespacial de Cabo Cañaveral (este de Florida).
Aunque la tormenta tropical Idalia, que para el martes está pronosticado se haya intensificado hasta ser un huracán, estará el martes descargando lluvias sobre la costa oeste de Florida, en la costa este, donde está Cabo Cañaveral, las previsiones indican un clima favorable para el lanzamiento.
Según un informe del Escuadrón 45 de la Fuerza Espacial hay un 80 % de probabilidades de que el lanzamiento pueda hacerse mañana.
La misión, la última de un Atlas V para la NRO, pues ULA va a reemplazar ese cohete por el Vulcan Centaur, colocará múltiples cargas útiles altamente secretas en órbita geosincrónica.
En esa órbita, situada a unas 22.236 millas (35.786 km) de la Tierra, las naves espaciales pueden permanecer estacionarias sobre puntos fijos en nuestro planeta.
Silent Barker actuará como un «perro guardián» en la órbita geosincrónica, vigilando cualquier satélite que se reposicione para ver mejor las naves espaciales estadounidenses o incluso para llevar a cabo ataques contraespaciales, según dijo este lunes el director de la Oficina Nacional de Reconocimiento, Chris Scolese.
La misión Silent Barker, también llamada NROL-107, está diseñada para «disuadir» a potenciales adversarios de Estados Unidos, agregó el teniente general de la Fuerza Espacial Michael Guetlein, comandante del Comando de Sistemas Espaciales, en una teleconferencia este lunes.
«Un enorme elemento de disuasión es la capacidad del adversario de saber qué podemos y qué no podemos ver. Así que realmente queremos que sepan que tenemos ojos en la órbita geosincrónica», agregó.
Scolese agregó que hay satélites de comunicación que se mueven de un lugar a otro para proporcionar una mejor cobertura a otras áreas y EEUU quiere verlo para saber qué está sucediendo en esa área.
«Pero también queremos saber si está sucediendo algo inesperado o que no debería suceder y que podría representar una amenaza para un activo de alto valor, ya sea el nuestro o el de uno de nuestros aliados», agregó Scolese.
Ni la NRO ni la Fuerza Espacial dieron información sobre el número de satélites de vigilancia que pondrán en el espacio ni sobre sus capacidades exactas.
EFE