El sacerdote Ángel Vargas, que oficiaba un bautizo en la iglesia católica en la Ciudad Madero, en el estado mexicano de Tamaulipas, que sufrió el pasado domingo el derrumbe del techo, expresó: «los que nos quedamos seguramente vamos a sufrir toda la vida».
«Todos morimos en el momento en que Dios quiere. Unos se fueron y otros nos quedamos. Los que se fueron, descansan en paz, los que nos quedamos seguramente vamos a sufrir toda la vida», dijo a la página de noticias 4C News, citado por la agencia AFP. Afirmó que todos los domingos eran «especiales» ya que estos días en la iglesia se celebraban bautizos a los que asistían familias.
De acuerdo con las autoridades locales, el incidente ocurrió cuando unas 70 personas asistían a la misa en la iglesia de la Santa Cruz. Se confirmó la muerte de 10 personas, mientras que 60 más resultaron heridas.
En lo que respecta a la causa del suceso, se informa que ocurrió debido a una presunta falla en la estructura de la parroquia.