Pdvsa ha sustituido 220 kilómetros de tuberías en el Lago de Maracaibo

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La empresa estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) anunció hoy que ha llevado a cabo la sustitución de 220 kilómetros de tuberías en el Lago de Maracaibo, el lago más grande de Venezuela, en un esfuerzo por frenar las filtraciones de petróleo en el estuario y revitalizar la producción en la región.

En un comunicado de prensa, la compañía explicó que, como parte del plan gubernamental de saneamiento del lago, que se inició en julio, se está llevando a cabo la sustitución de tuberías de acero por tuberías flexibles, con el objetivo de renovar completamente el sistema que atraviesa las aguas del lago, que tiene una longitud de 700 kilómetros.

«Con la sustitución de las tuberías de acero por tuberías flexibles, Pdvsa garantizará la integridad mecánica de la producción de petróleo en la cuenca del Lago de Maracaibo, un elemento clave para impulsar la recuperación de la producción», afirmó Jannier Viloria, uno de los gerentes de Pdvsa, citado en el comunicado.

Esta medida permitirá evitar las fugas de petróleo y reducirá el impacto ambiental en el lago, que también está contaminado debido a la acumulación de residuos y la proliferación de una bacteria conocida como verdín.

Viloria señaló que al eliminar los derrames de petróleo, se podrá aprovechar el potencial de este lugar, que actualmente produce alrededor de 194.000 barriles de petróleo al día, casi el doble de lo que se producía en 2022.

«Estamos en una etapa de recuperación», enfatizó.

Además, adelantó que gracias a este plan, se espera que al finalizar el año haya 1.200 pozos «de categoría uno» en funcionamiento, lo cual representa 400 pozos más que los que actualmente operan en la división occidental de Pdvsa, principalmente en el estado Zulia, que limita con Colombia.

El gerente también reiteró que las sanciones internacionales impuestas a Venezuela en los últimos años han perjudicado a la industria y han tenido un impacto negativo en el Lago de Maracaibo, entre otras razones, debido a la imposibilidad del país de adquirir tuberías para solucionar los derrames de petróleo.