Un informe reciente de UNICEF ha puesto de manifiesto la preocupante situación de millones de niños que se han visto desplazados debido a eventos climáticos extremos. Según el informe, entre 2016 y 2021, más de 43 millones de niños fueron desplazados debido a tormentas, inundaciones, incendios forestales y otros fenómenos meteorológicos extremos. Además, se proyecta que en las próximas tres décadas habrá más de 113 millones de desplazamientos de niños debido al cambio climático.
El informe destaca el caso de Shukri Mohamed Ibrahim, un niño de 10 años de Somalia, cuya familia se vio obligada a abandonar su hogar debido a una devastadora sequía. La falta de pastos fértiles dejó a la familia sin medios de subsistencia, y tuvieron que trasladarse a un campamento en Mogadiscio. Aunque Ibrahim ahora tiene la oportunidad de asistir a la escuela por primera vez, el campamento carece de viviendas adecuadas, saneamiento básico y suficiente comida.
El informe también revela que los desplazamientos causados por sequías, a menudo no reciben la atención suficiente. Durante el periodo analizado, al menos 1,3 millones de niños tuvieron que abandonar sus hogares debido a la sequía, siendo Somalia el país más afectado. Sin embargo, es probable que esta cifra sea aún mayor.
A nivel mundial, el cambio climático ha dejado a millones de personas sin hogar. El aumento del nivel del mar está erosionando las costas, las tormentas azotan las ciudades y la sequía agrava los conflictos. A pesar de estas catástrofes cada vez más frecuentes, el mundo aún no ha reconocido oficialmente a los migrantes climáticos ni ha encontrado formas de protegerlos.
El informe de UNICEF también destaca que casi la mitad de los desplazamientos provocados por eventos climáticos extremos durante el periodo analizado ocurrieron en Filipinas. Además, las inundaciones afectaron a más de 19 millones de niños en India y China, mientras que los incendios forestales impactaron a 810.000 niños en Estados Unidos y Canadá.
Es importante tener en cuenta que los datos sobre migraciones causadas por condiciones climáticas extremas generalmente no hacen distinción entre niños y adultos. Por esta razón, UNICEF trabajó en colaboración con el Centro de Monitoreo de Desplazamientos Internacionales para analizar específicamente el impacto en los niños.
El informe subraya que los niños que viven en el Cuerno de África o en pequeñas islas del Caribe son especialmente vulnerables, ya que a menudo tienen que enfrentarse a múltiples crisis, donde los riesgos climáticos se ven agravados por conflictos, instituciones frágiles y pobreza.
El desplazamiento de los niños los expone a riesgos adicionales, como el abuso y la explotación. Los niños son particularmente vulnerables y necesitan protección y apoyo.
El informe concluye que es necesario tomar medidas urgentes para abordar esta problemática. Se deben tener en cuenta las necesidades de los niños en la planificación climática y energética, y se deben garantizar servicios vitales como la educación y la atención médica, que sean inclusivos y puedan adaptarse a los desastres. Es fundamental actuar con mayor rapidez para proteger a los niños afectados por el cambio climático.