El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó su indignación ante los líderes de la comunidad judía en el país por el ataque perpetrado por el grupo islamista palestino Hamás contra Israel. Biden calificó el ataque como «pura crueldad» y manifestó su sorpresa al ver imágenes de terroristas decapitando a niños. Durante el encuentro, el presidente desmintió las negaciones de Hamás y afirmó que es importante que los estadounidenses sean conscientes de lo que está sucediendo.
El grupo islamista negó las acusaciones de haber asesinado a niños, decapitado y atacado a civiles durante su ataque a Israel. Sin embargo, el Ejército israelí denunció que los milicianos habían perpetrado masacres en el kibutz Kfar Aza, donde habrían asesinado a mujeres, niños, bebés y ancianos de manera brutal.
Biden enfatizó que no se trata de venganza, sino de decencia. Según el presidente, la ofensiva de Hamás fue una crueldad odiosa contra el pueblo judío y calificó este acontecimiento como el día más mortal para los judíos desde el Holocausto. Estas declaraciones refuerzan el apoyo de Washington a Israel, que ha enviado al Mediterráneo Oriental el portaaviones Gerald R. Ford y un grupo de destructores de la Armada estadounidense para evitar una escalada del conflicto.
Biden destacó que las guerras tienen reglas y aseguró que Israel está haciendo todo lo posible para mantener el país unido. Además, reafirmó el compromiso de Estados Unidos con la seguridad de Israel y la comunidad judía, y anunció que se han enviado expertos al país para ayudar en la recuperación de rehenes. El ataque sorpresa de Hamás ha dejado un saldo de más de 1.200 muertos y más de 2.900 heridos en Israel, y al menos 950 muertos y 5.000 heridos en Gaza.
En conclusión, las declaraciones de Biden reflejan su condena hacia el ataque de Hamás y su compromiso con la seguridad de Israel y la comunidad judía. Además, demuestran el respaldo de Estados Unidos al enviar ayuda y recursos para evitar una escalada del conflicto y ayudar en la recuperación de rehenes.