Jesús ni fue palestino ni lo crucificó el Imperio Español

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El Medio Oriente siempre ha sido un lugar de gran importancia e influencia en los acontecimientos mundiales. Desde los tiempos bíblicos hasta la actualidad, esta región ha sido testigo de eventos históricos que han afectado al mundo occidental. Sin embargo, es importante corregir algunas interpretaciones erróneas de la historia que se han planteado recientemente.

En primer lugar, es incorrecto afirmar que Jesús fue un niño palestino. Según la Biblia, Jesús nació en Belén de Judá como judío, hijo de padres judíos de la estirpe de David. Por lo tanto, no se puede considerar a Jesús como palestino en términos históricos.

Además, es necesario aclarar que la crucifixión de Cristo ocurrió bajo el Imperio Romano, no bajo el Imperio Español como se ha afirmado recientemente. Estos errores en la interpretación de la historia pueden conducir a malentendidos y a una visión distorsionada de los acontecimientos actuales.

Por ejemplo, en la Asamblea Nacional de Venezuela, se ha justificado el apoyo al pueblo palestino basado en una interpretación errónea de la situación actual en el conflicto entre Israel y Hamás. Es importante tener en cuenta que en este conflicto, Hamás ha sido el agresor y no Israel. Esta falta de comprensión de los hechos puede llevar a decisiones y posturas equivocadas.

En cuanto a la reciente declaración de guerra por parte del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, es necesario determinar si se trata de una guerra interna o internacional. La Franja de Gaza tiene un estatus impreciso, ya que el Estado Palestino no es reconocido por un número significativo de naciones y no forma parte de Israel. Sin embargo, la aspiración mundial es que ambos pueblos puedan coexistir pacíficamente en una solución de dos Estados.

Respecto a la situación actual, el apoyo de Estados Unidos al pueblo de Israel es inequívoco. Sin embargo, existe el riesgo de que esta crisis se convierta en un conflicto de escala mundial debido a la presencia de Irán, que apoya a Hamás y al grupo Hezbolá. Irán, como enemigo de Israel y del Occidente en general, tiene el poder militar suficiente para influir en la situación. Por lo tanto, es necesario evaluar cuidadosamente las consecuencias y efectos de esta situación.

Además, se está gestando una posible violencia en la frontera norte de Israel con Siria y Líbano, lo que podría convertir este evento en un conflicto de mayor magnitud.

En conclusión, es importante corregir las interpretaciones erróneas de la historia y entender la situación actual en el Medio Oriente de manera precisa. Es fundamental buscar el cese de la violencia y el retorno a la paz. En este sentido, expresamos nuestro apoyo al Estado y al pueblo de Israel en esta difícil circunstancia y esperamos que el estamento político israelí se mantenga unido en este momento. Las críticas y los desacuerdos pueden esperar hasta que se calmen los ánimos.

Con Información de El Nacional