La Venezuela rebelde enfrenta a Maduro acorralado en su laberinto

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La situación política en Venezuela es bastante peculiar, ya que el régimen y varios sectores de la oposición están trabajando juntos en contra del pueblo venezolano y su deseo de cambio. Existe la necesidad urgente de crear una instancia plural que sustituya a las estructuras partidistas existentes y que sea capaz de operativizar y colectivizar la acción política.

A pesar de las dificultades que enfrentan los venezolanos, hay un ambiente de optimismo y esperanza en cada hogar del país. Los resultados de los recientes eventos políticos confirman la impopularidad de quienes están en el poder, ya que más del 90% de los venezolanos claman por un cambio. Sin embargo, las estrategias aplicadas por el régimen para movilizar a la población no han funcionado debido a las terribles condiciones de vida que enfrentan los ciudadanos.

El rector del CNE, Elvis Amoroso, presentó cifras cuestionadas sobre la participación en los eventos políticos, lo que demuestra la falta de transparencia en el proceso electoral. A pesar de los esfuerzos del régimen por promover la participación a través de la apertura del Saime, donde los venezolanos podían obtener su cédula de identidad, la respuesta de la población fue todo lo contrario a lo esperado.

Es sorprendente cómo la inversión del Estado en la promoción del referéndum no tuvo ningún efecto en la población, mientras que la inversión realizada por la dirigencia política opositora fue efectiva en la fragmentación y debilitamiento de sus estructuras. El régimen ha logrado unir a la oposición, que ahora lucha por la unidad nacional y defiende los intereses colectivos de los venezolanos.

El país se encuentra en un estado de abandono, asediado por la delincuencia, la crisis económica y la injusticia. El régimen busca suprimir aún más los derechos constitucionales de los ciudadanos para atender a un nuevo Estado que fue creado sin la participación significativa de la población.

En este contexto, es importante construir la unidad y la integración de la sociedad venezolana, acabando con el centralismo y el caudillismo que históricamente han impedido la descentralización. Los venezolanos quieren empoderarse y ser responsables del cambio y progreso de su país.

La actuación de la dirigencia política existente demuestra que la lucha por liberar a Venezuela es contra el régimen y contra aquellos líderes que actúan en su contra. Se acerca la contienda electoral presidencial de 2024, y es necesario tener una hoja de ruta clara para enfrentar los diversos escenarios que el oficialismo intentará utilizar para frenar la consolidación de la unidad de los venezolanos.

El cambio está en marcha y será liderado por lo que yo llamo «la rebelión de las regiones». Es hora de deshacerse de este capítulo oscuro de la historia política de Venezuela y avanzar hacia un futuro mejor.