La tragedia del teniente Naranjo: de desertar y pedir asilo en EE UU a ser entregado a Maduro y encarcelado en Ramo Verde

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La relación entre Joe Biden y Nicolás Maduro está en su mejor momento. El reciente intercambio que resultó en la liberación de Alex Saab, supuesto testaferro de Maduro, ha eclipsado la controvertida deportación del teniente Pedro Naranjo Machado.

A pesar de ser hijo de un general que estuvo encarcelado durante tres años por motivos políticos y de haber desertado de su cargo para escoltar a su padre en su huida a Estados Unidos, Naranjo fue entregado a las autoridades venezolanas.

Este acto representa un cambio significativo en la protección que Estados Unidos ha brindado a los opositores venezolanos y también es una violación de los derechos humanos.

En medio de la crisis migratoria en la frontera sur de Estados Unidos, Washington ha decidido combatir la migración ilegal, y la liberación de Saab forma parte de esta estrategia.

Los vuelos de deportación directa desde Estados Unidos a Caracas comenzaron en octubre, al mismo tiempo que se firmaban los acuerdos de Barbados entre el gobierno y la oposición. Y desde entonces no han cesado.

En el último vuelo, que estaba lleno de emigrantes, también viajaba Naranjo, de 27 años, quien estuvo detenido durante dos meses en el Centro de Detención de Inmigración en Luisiana, con la esperanza de recuperar su libertad. Sin embargo, Estados Unidos decidió entregarlo a las autoridades venezolanas, quienes lo recluyeron en la prisión militar de Ramo Verde, la misma en la que estuvo recluido Leopoldo López.

A pesar de ser hijo de un general que estuvo encarcelado y de haber realizado un acto heroico al acompañar a su padre en su huida, Naranjo no recibió asilo ni protección por parte de Estados Unidos.

Tanto en Colombia, donde el gobierno de Gustavo Petro les dio la espalda, como en México, donde tampoco recibieron ayuda, los Naranjo no encontraron solidaridad. Ante esta situación, decidieron cruzar el Río Bravo y entregarse a las autoridades estadounidenses para solicitar asilo y protección.

A pesar de las protestas de familiares y organizaciones de derechos humanos, Estados Unidos continuó con el proceso de deportación. Esto ha sido considerado inaceptable e inhumano por activistas de derechos humanos.

Los familiares creen que a Naranjo no se le concedió asilo porque no demostró un «temor creíble» durante el interrogatorio, algo difícil de hacer para un militar entrenado para no mostrar debilidad.

La madre y la esposa de Naranjo han publicado videos en redes sociales en los que piden a Estados Unidos que cambie su postura, pero no han tenido éxito.

La tragedia de los Naranjo parece no tener fin. El general estuvo varios años en prisión y actualmente está acusado de rebelión y delito contra el decoro por su presunta participación en un intento de entorpecer las elecciones fraudulentas de 2018.

A pesar de ser uno de los mejores pilotos de helicópteros de la Guardia Nacional Bolivariana y de su intachable hoja de servicios, el general fue sometido a malos tratos y torturas en prisión, incluso sufrió un edema cerebral con parálisis y le diagnosticaron un tumor cerebral.

La persecución y el hostigamiento a familiares de militares son tácticas utilizadas por el régimen chavista para evitar que alguien se atreva a levantar la voz contra Maduro y los altos mandos que lo respaldan.

La Corte Penal Internacional está investigando a estos jerarcas chavistas por delitos de lesa humanidad, como ejecuciones extrajudiciales, torturas, violaciones sexuales, detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas.

A pesar de las recientes liberaciones, aún hay 266 presos políticos en Venezuela, de los cuales 164 son militares.

Con información de El Mundo.

3 COMENTARIOS

  1. Eine große Schweinerei seitens der USA,die wissen doch was mit was mit den den Angehörigen passiert.Ein schwerer Fehler der USA solche unschuldige Menschen auszuliefern.

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