En vísperas de la Navidad, el papa Francisco hizo un llamado a no perder de vista el verdadero significado de esta festividad y a no sucumbir ante el consumismo desmedido. Durante su discurso del ángelus en la plaza de San Pedro, el pontífice instó a los cristianos a celebrar en sencillez y a compartir con aquellos que carecen de lo necesario o se encuentran solos.
Además, el papa Francisco recordó a aquellos que sufren las consecuencias de la guerra, especialmente en Palestina, Israel y Ucrania, así como a aquellos que viven en la pobreza, el hambre y la esclavitud. En este sentido, expresó su deseo de que la humanidad prevalezca en el corazón de los hombres, recordando que Dios mismo se hizo humano.
A pesar de haberse recuperado de una bronquitis, el papa Francisco presidirá todos los actos litúrgicos de la Navidad, comenzando con la misa del gallo en la Basílica de San Pedro. Sin embargo, debido a sus problemas de movilidad, el papa se ubicará a un lado del altar y leerá la homilía.
En la mañana de Navidad, el papa Francisco se asomará al balcón central de la logia de la basílica vaticana para leer el Mensaje de Navidad y impartir la bendición «Urbi et Orbi» (a la ciudad de Roma y al mundo entero). En este mensaje, se espera que el pontífice aborde los problemas y conflictos que aquejan al mundo.
El 31 de diciembre, el papa celebrará las primeras vísperas en la basílica de San Pedro, y el 1 de enero se llevará a cabo la misa de la Solemnidad de María Santísima Madre de Dios, coincidiendo con la Jornada Mundial de Paz.
Las celebraciones navideñas concluirán el 6 de enero, con la misa de la Epifanía en San Pedro. El papa Francisco continuará transmitiendo su mensaje de paz y esperanza en este tiempo de reflexión y renovación espiritual.
A este bichito comunistoide le queda poco. No hay que pararle.
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