Estados Unidos expresó su profunda preocupación por la detención de la activista venezolana Rocío San Miguel y exigió al gobierno de Nicolás Maduro que cumpla con los acuerdos para fortalecer la democracia en el país. El portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, declaró en respuesta a EFE que el gobierno estadounidense está siguiendo de cerca el caso de San Miguel, quien fue arrestada por las fuerzas de seguridad venezolanas cuando intentaba abordar un vuelo de Caracas a Miami junto a su hija.
San Miguel enfrenta acusaciones de conspirar contra Maduro y otros altos funcionarios, así como de participar en supuestos ataques contra unidades militares y otras instituciones del país. Kirby afirmó que están profundamente preocupados por esta situación y resaltó la necesidad de que Maduro cumpla con los compromisos que hizo a finales del otoño pasado en cuanto al trato a la sociedad civil, los activistas, los partidos opositores y aquellos que deseen postularse para cargos políticos.
El portavoz se negó a especular sobre la respuesta que Estados Unidos podría tomar frente a la detención de San Miguel y otras acciones del gobierno venezolano, como la inhabilitación de líderes políticos, incluida la opositora María Corina Machado. Sin embargo, la ONU, la CIDH y numerosas organizaciones defensoras de los derechos humanos han exigido la liberación de San Miguel, quien preside la ONG Control Ciudadano.
A finales del año pasado, el gobierno de Maduro acordó con Estados Unidos y la oposición venezolana celebrar elecciones libres y justas este año. El gobierno de Joe Biden incentivó a Maduro a tomar estas medidas levantando las sanciones al petróleo y al gas, pero debido a la falta de avances, a finales de enero se impusieron nuevamente sanciones al sector del oro. Además, se ha advertido que si la situación no mejora, las licencias para el petróleo y el gas que se otorgaron en Venezuela expirarán el 18 de abril.
El gobierno de Maduro ha prohibido la participación de Machado, líder del bloque antichavista, en las elecciones y en las últimas semanas ha arrestado a políticos y activistas bajo el argumento de un supuesto plan para derrocar a Maduro. La situación en Venezuela sigue generando preocupación a nivel internacional, y Estados Unidos continúa presionando por acciones concretas que promuevan la democracia y el respeto de los derechos humanos en el país.