Actualmente, Estados Unidos está viviendo una importante crisis migratoria. En distintas zonas se ha registrado un récord histórico de personas que ingresan ilegalmente al país. Razón por la cual algunos estados han aprobado estrictas medidas en contra de esta práctica. Texas ha ganado los titulares últimamente, pero hay otra ciudad, en Colorado, que no está dispuesta a recibir a ningún indocumentado.
Por unanimidad, Monument ha decidido afirmar su estatus como ciudad no santuario, debido a que existen temores de que los inmigrantes invadan el área. Al respecto, Mitch LaKind, alcalde del condado, dijo a Fox News: «El objetivo es asegurar que se sepa que no aceptaremos autobuses llenos de inmigrantes en nuestra comunidad. La razón principal es que no tenemos un presupuesto y no utilizaremos fondos de los contribuyentes».
El alcalde aseguró que en Monument no hay lugar para los inmigrantes por lo que advierten que las personas que han terminado sus estadías asignadas en Denver no serán bien recibidas en el lugar y que la administración de la ciudad y los oficiales de policía trabajarán para detenerlos y trasladarlos a otros lugares.
Y es que cabe recordar que actualmente las familias inmigrantes pueden permanecer en los refugios de Denver durante cuarenta y dos días. En el caso de las personas solas únicamente pueden estar por catorce días, tiempo tras el cual suelen buscar alojamiento en ciudades cercanas, siendo Monument una de las opciones.
En la opinión de LaKind, la situación ha llegado a tal grado que la administración Biden debería cerrar la frontera y realizar esfuerzos mayores de deportación para evitar que un mayor número de indocumentados lleguen a EE. UU.
La ciudad de Estados Unidos que vive una crisis por los migrantes
La decisión de Monument es una respuesta a la crisis que está viviendo Mile High City, ubicada también en Colorado aproximadamente a unos 65 kilómetros de distancia, en donde se están enfrentando a problemas fiscales y humanitarios luego de haber sido declarados como santuarios para inmigrantes.
La situación ha obligado al alcalde Mike Johnston a advertir sobre un punto de quiebre que se aproxima. En diálogo con el citado medio, el mandatario enfatizó que necesitan de recursos federales para enfrentar la situación. Además de esto, remarcó la necesidad de permisos de trabajo para las personas, de manera que puedan ofrecerles mayor seguridad y apoyar la economía de la zona. En ese sentido, pidió apoyo para que las solicitudes de asilo se procesen más rápidamente.