Muy graves las denuncias que hacen sobre las atrocidades que están ocurriendo en el Centro de Rehabilitación de la Misión Negra Hipólita, ubicado en el Terminal de Oriente, en el municipio Sucre, de Caracas. Este es el caso de Doiler Miranda, un ciudadano de 59 años de edad, quien habría fallecido en manos de la Misión Negra Hipólita del terminal de Oriente, sin que estos rindan cuentas a sus familiares que pasaron semanas buscándolo.
Familiares de Doiler Guillén, asistieron a la sede del Centro de Rehabilitación de la Misión Negra Hipólita, en reiteradas oportunidades buscando a su familiar y el director del Centro, Wilmer José Piñango Andrade, siempre negó que estuviera recluido en dichas instalaciones, además de no permitir en ningún momento que estos pudieran tener acceso a la sede y así comprobar si Guillén estaba en las instalaciones o no.
fallecido en manos de la Mision Negra Hipolita del terminal de Oriente
— Thefountainvenz. (@edixon18175) March 18, 2024
Familiares de Doiler Guillen asistieron a dicho centro en reiteradas oportunidades buscándo a su familiar y el director del Centro Wilmer José Piñango Andrade siempre negó que estuviera recluido en dichas pic.twitter.com/vVKVFGqgMr
Fue hasta el pasado 14 de marzo, que ante la insistencia de los familiares recibieron respuesta de director del Centro, Wilmer José Piñango, donde este les informó que Doiler Guillen, habría fallecido el 3/3/2024, y que su cuerpo estaba en la Morgue de Bello Monte, lugar al que ellos mismos trasladaron el cuerpo, pero que se negaban a informar a sus familiares, ¿cómo es que no estaba en dicha institución, pero ellos mismos hacen el traslado a la morgue el 03 de marzo?
La autopista del fallecido indicó un cuadro de desnutrición y deshidratación severo; sin embargo, sus familiares declaran que jamás estuvo deshidratado ni desnutrido, que su muerte se debió a los tratos crueles e inhumanos que recibió en este centro, pues fue golpeado y torturado en diferentes ocasiones según revelaron fuentes del mismo.
Sus familiares indican que el director del Centro, Wilmer José Piñango Andrade, para evitar las investigaciones, registró que Dolier Guillén era una persona en situación de calle y sin familia, situación que desmienten sus familiares, pues pasaron semanas buscando a Guillén.