Más de 100.000 migrantes han atravesado el Darién, la frontera natural entre Panamá y Colombia, en lo que va de año, según informó el Gobierno panameño. Esta cifra equivale a la cantidad de personas que cruzaron esta peligrosa ruta entre enero y abril de 2023. El ministro de Seguridad de Panamá, Juan Manuel Pino, anunció en un video que ya han superado las 101.000 personas que han transitado por Panamá después de llegar por el Darién.
De acuerdo con cifras oficiales, la mayoría de los migrantes que han cruzado esta selva son venezolanos, seguidos de ecuatorianos, haitianos, colombianos y otras nacionalidades. El aumento de migrantes por el Darién en su camino hacia Estados Unidos o Canadá en busca de mejores condiciones de vida ha sido constante desde 2021. En 2023, se alcanzó una cifra récord de más de 520.000 personas, el doble que el año anterior. Se espera que este año haya un aumento del 20% en comparación con el año anterior.
Los peligros naturales del Darién, así como la presencia de grupos armados, han llevado a los migrantes a buscar otras alternativas, como la ruta del Caribe. En febrero pasado, cinco migrantes murieron después de que su embarcación naufragara en el Caribe panameño cerca de la frontera con Colombia. Además, en noviembre de 2023, las fuerzas de seguridad panameñas rescataron a 11 migrantes chinos que habían sido abandonados en un bote en el Caribe.
Al llegar a las poblaciones indígenas a la salida de la selva o a los centros de recepción migratoria, los migrantes son registrados por las autoridades panameñas, quienes les brindan refugio y alimento. Posteriormente, se coordina su salida en autobuses hacia Costa Rica, un desplazamiento que deben costear por sí mismos.
Sin embargo, las autoridades panameñas han endurecido su postura respecto al tránsito de migrantes por la selva, argumentando que esto es un «negocio» del crimen organizado. Esto ha llevado a Médicos Sin Fronteras (MSF) a suspender su atención médica y humanitaria en el Darién desde el pasado 4 de marzo. El Gobierno panameño acusó a esta organización de enviar informes «incompletos» sobre migrantes víctimas de violencia sexual durante su travesía por la selva. Además, las autoridades señalaron que MSF obstaculizaba el trabajo de las instituciones judiciales y sanitarias al negarse a entregar la información necesaria sobre los migrantes presuntamente víctimas de violencia sexual.