El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, sorprendió al país al anunciar que permanecerá en el cargo a pesar de haber amenazado con dimitir debido al acoso personal que asegura estar sufriendo por parte de la oposición. En un mensaje desde el palacio de la Moncloa, Sánchez declaró: «He decidido seguir, seguir con más fuerza si cabe». Con esta decisión, se pone fin a la incertidumbre que se generó la semana pasada cuando el presidente anunció que se tomaría unos días para reflexionar sobre su renuncia, en respuesta al «acoso y derribo» que, según él, su familia estaba experimentando por parte de la derecha y la ultraderecha.
Sánchez, conocido por sus jugadas políticas impactantes, canceló todas sus actividades públicas hasta el lunes, incluyendo su participación en mítines durante el fin de semana previo a las elecciones regionales en Cataluña el 12 de mayo. En estas elecciones, los socialistas buscan desplazar del poder a los independentistas.
El presidente hizo referencia a las manifestaciones que tuvieron lugar en Madrid y otras partes de España durante el fin de semana, y afirmó que estas habían influido en su decisión. Además, criticó los «bulos deliberados» que la oposición había difundido. Sánchez se comprometió a trabajar incansablemente por la regeneración pendiente de la democracia española.
Si Sánchez hubiera dimitido, España se habría encaminado hacia unas nuevas elecciones generales, solo un año después de las elecciones de julio pasado. La investigación contra la esposa de Sánchez, Begoña Gómez, por presunta corrupción, fue iniciada por una denuncia de la asociación Manos Limpias, que tiene cercanía con la extrema derecha. La fiscalía solicitó el archivo de la demanda y Manos Limpias admitió que se basó únicamente en informaciones de prensa.
Según informes, el tribunal está investigando los vínculos de Begoña Gómez con el grupo turístico español Globalia, propietario de la aerolínea Air Europa, durante las negociaciones con el gobierno para obtener un rescate durante la pandemia de COVID-19.
En su comunicado, Sánchez repudió las «denuncias tan escandalosas como falsas» y señaló que forman parte de una campaña llevada a cabo por «intereses derechistas y ultraderechistas que no aceptan el veredicto de las urnas». El presidente también criticó el acoso y derribo al que ha sido sometido, y mencionó que su gobierno ha enfrentado una fuerte oposición de derecha debido a medidas como la ley de amnistía para independentistas catalanes.
El Partido Popular, principal partido de la oposición, ha ridiculizado la decisión de Sánchez de considerar su dimisión, argumentando que es solo una táctica política para victimizarse y unir a su partido. Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, afirmó que Sánchez ya representa al pasado y que su permanencia en el poder no tendrá nada de épico ni heroico.
En resumen, Pedro Sánchez ha decidido continuar como presidente del gobierno español a pesar del acoso personal al que dice estar sometido por parte de la oposición. Su decisión pone fin a la incertidumbre generada la semana pasada y despeja el camino para las elecciones regionales en Cataluña. Aunque la investigación contra su esposa sigue en curso, Sánchez se compromete a trabajar por la regeneración democrática del país.