El gobierno local de París, Francia, comunicó el 28 de junio que las aguas del río Sena no están actualmente aptas para el uso recreativo. Esto afecta directamente las actividades planeadas para las pruebas olímpicas de triatlón y natación en aguas abiertas que están programadas a partir del 30 de julio.
Según los análisis efectuados entre el 16 y el 23 de junio, se encontró que el Sena presenta un “contexto hidrológico desfavorable” debido a niveles elevados de contaminación. Estos resultados se atribuyen a un caudal inusualmente alto, temperaturas más bajas de lo esperado y un incremento en las precipitaciones.
Los Juegos Olímpicos París 2024 utilizarán al Sena como sede para la competencia de natación del triatlón, comenzando con el equipo masculino el 30 de julio y seguido por el femenino el día siguiente.
También, se ha planificado la competencia de relevo mixto para el 5 de agosto y el maratón de aguas abiertas entre el 8 y el 9 de agosto.
Desde 2016, las autoridades han invertido 1,4 mil millones de euros en un proyecto para hacer que las aguas del Sena sean aptas para el baño, lo cual no ha sido permitido por casi cien años por razones de salud pública.
Mientras tanto, las obras para las instalaciones olímpicas temporales continúan a buen ritmo en sitios emblemáticos como la torre Eiffel y la plaza de la Concordia, y la atención se centra en mejorar la calidad del agua del Sena.
Los niveles actuales de contaminación superan los estándares permitidos para actividades acuáticas, lo que ha llevado a la cancelación de pruebas preliminares y ha pospuesto la promesa de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, de nadar en el río para demostrar la seguridad del agua.
La propia Hidalgo ha reprogramado su baño en el Sena para después del 15 de julio, citando las recientes elecciones legislativas y las condiciones adversas del río como razones para el aplazamiento.
Aunque el presidente francés, Emmanuel Macron, también se comprometió a sumergirse en el río, aún no se ha fijado una fecha específica para esto.
Durante décadas, el Sena ha sido receptor de aguas residuales urbanas y de municipios vecinos. Para combatir esto, se han cerrado varios desagües y se han construido nuevas plantas de tratamiento y depósitos para limpiar el agua del río.
Los organizadores de los Juegos Olímpicos se mantienen optimistas de que el agua estará lista para el 30 de julio. A mediados de julio, se realizará una evaluación más detallada con base en las condiciones meteorológicas actuales.
Además, se han registrado niveles de agua inusualmente altos debido a las recientes lluvias, lo cual ha complicado los esfuerzos para reducir la contaminación y también ha afectado la planificación de la ceremonia de apertura. El último ensayo, previsto para el 24 de junio, tuvo que ser pospuesto por esta razón.
Los pronósticos indican más lluvias en los próximos días en París, aunque aún no se puede prever con certeza qué ocurrirá a finales de julio.
Los organizadores aseguran que, si es necesario, podrían retrasar las competiciones unos días si el caudal del río se mantiene alto, pero no consideran cambiar la ubicación de las pruebas.
Recuerdan que, en otros Juegos Olímpicos como los de Londres y Río de Janeiro, también hubo preocupaciones sobre la calidad del agua en pruebas similares, pero al final se llevaron a cabo sin mayores problemas.