Seboruco está en el estado Táchira, fronterizo con Colombia. Era reconocido por la agricultura y la música, pero ahora la guerrilla lo controla. Patrulla las calles con vehículos armados y realiza reuniones con los aldeanos, que están resignados: «Ellos son la autoridad»
Por Sebastiana Barráez / Infobae
A Seboruco, capital del municipio Seboruco del Táchira, se le conoce como la Ciudad Marqués de Los Andes, está en el corazón del estado, a poco más de 80 kilómetros de San Cristóbal que es la capital del Táchira. Su población está estimada en no más de 15 mil habitantes y siempre se caracterizó por dos cosas: la agricultura y las artes, especialmente la música. Hoy está infectada de guerrilleros. No es inocente el video de alias Edward, del ELN, jurándole lealtad a Nicolás Maduro.
Los irregulares se rotan por las aldeas, los municipios y el estado. Llegan en pequeños grupos, acompañados de varios combatientes y presos de diversas cárceles del país, a quienes tienen haciendo trabajo comunitario. Llevan los cilindros con el gas doméstico para cocinar y también gran cantidad de alimentos. Se instalan en un sitio determinado del municipio, desde donde van desplazándose para las reuniones con productores, incluso con gente muy humilde que a veces solo tiene fe en el rumoroso misterio de los ensalmos.
En total habría poco más de 170 guerrilleros regados por el pueblo, en motos. Los jefes van en camionetas, por ejemplo, el comandante principal eleno, que hizo la reunión en la aldea Las Flores, usa una lujosa camioneta Kava toyota a gasoil, combustible que obtiene fácilmente a través de los militares o se los quitan a los finqueros. Es abundante el armamento de guerra que usan, incluyendo fusiles y pistolas. Además, cargan sofisticados aparatos electrónicos, computadoras, teléfonos satelitales.
El Gobierno y el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), impone a los integrantes de los llamados Consejos Comunales, reconociendo a aquellos que son dirigidos por chavistas. Eso lo logran diciendo a las comunidades que solo los Consejos Comunales cuyos miembros estén identificados con la revolución bolivariana de manera incondicional, serán los que reciban las bolsas de comida CLAP u otros beneficios, que en algunos casos incluyó materiales de construcción, cargos de personal administrativo o de limpieza en las escuelas, en los institutos o ministerios dependientes del gobierno.
Los consejos comunales son los que facilitan las reuniones que el ELN ha realizado en varias aldeas, donde van dándose a conocer, explicando a qué se debe su presencia en la zona, asegurando estar ahí para ayudar a la comunidad porque están en estado de indefensión, “como casi todos los pueblos de por acá”, según dijo un guerrillero en Las Flores.
Ellos iniciaron sus actividades hace tiempo, porque tenían a gente haciendo labores de inteligencia y contaban con personas de la comunidad como informantes. No es casual que el ELN se haya instalado en aldeas como Palmarito y Los Ríos porque ahí está el 25% de la población del municipio, además son aldeas que se relacionan con Las Mesas y Ayacucho. “No nos está permitido entrar a esas zonas. Tenemos que respetar esos territorios, y si queremos entrar, por ejemplo, a las aldeas Los Ríos, Las Flores o Palmarito, debemos tener permiso del ELN, porque nos pueden matar”, declara para Infobae un funcionario militar.
Las autoridades civiles y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana prefieren no darse por enterados, aun cuando el tema es vox populi en todo el municipio Seboruco. “Yo fui a una reunión que convocó la guerrilla en mi comunidad el sábado 18 de julio”, dice a Infobae un habitante de la aldea Las Flores, sector La Paujilera. “Nos reunieron dentro de la escuela municipal. Leyeron la cartilla, dijeron cuáles eran sus condiciones y nosotros no pudimos decir nada, porque el Gobierno está detrás de ellos. ¿Qué va a poder uno protestar algo? Ellos ahora son la autoridad”.
“Dijeron que a quienes vean sin tapabocas en los camellones los van a sancionar, por ejemplo, llevándoselo, cortándole el cabello y los ponen a limpiar las vías. Obligatoriamente el dueño de finca debe limpiar su camellón, por lo que con esa amenaza todos limpiaron los frentes de las fincas. Advirtieron que no quieren ver a homosexuales ni a prostitutas por ahí. Y que a las mujeres que les sean infieles a sus maridos, se las van a llevar y las van a desaparecer”.
“Mi compadre, que vive en la Aldea Palmarito, en la parroquia Monseñor Miguel Antonio Salas, también tuvo que asistir a una reunión con los guerrilleros. Y a mi hermano en la aldea Agualinda, a unos ocho kilómetros del pueblo, le tocó su ración de patria, como dicen ahora, y asistir a una reunión con esos tipos”.
Toque de queda
El viernes 24 de julio, día de la patria venezolana y nacimiento de Simón Bolívar, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) realizó una reunión en la aldea Nuestra Señora de Coromoto, específicamente en la cancha deportiva del caserío Los Ríos. Pero no es la primera que ha ocurrido en la zona. La convocatoria fue obligatoria. El Ejército de Liberación Nacional (ELN) se iba a presentar ante esa comunidad el viernes 24 de julio. De nada vale la cuarentena por el virus, ni las medidas impuestas por el policía Freddy Bernal, a quien los generales llaman “mi comandante”.
Todos debían asistir a las 3 de la tarde. Es así como a la cancha del caserío hizo presencia la mayoría de los habitantes del sector, los dueños de las fincas y los representantes del Concejo Comunal. La reunión estuvo presidida por un comandante del ELN, que se hizo llamar alias Yirson.
“Ese comandante de la guerrilla, el tal Yirson, tendrá unos 35 años, es de piel morena, tiene un tatuaje en el brazo izquierdo con una imagen”, explica a Infobae una de las personas del municipio, quien agrega que esa cancha está a menos de 10 kilómetros del pueblo. En total los guerrilleros que asistieron fueron seis. “Vestían de civil, pero eso sí, muy bien armados. Entre ellos había una mujer con chaleco tipo militar y arma larga. Todos jóvenes, entre 25 y 35 años”.
“Informaron que a partir de ese momento harían acto de presencia en la zona, dictaron cuáles serían las normas de convivencia que debemos cumplir todos en la comunidad y advirtiendo que ellos, los del ELN, serían los encargados de dirigir todas las actividades que se pretendan desarrollar en la zona”.
Varios de los asistentes confirman que los individuos se identificaron como miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN). “Nos dijeron con mucha seguridad: ‘Ahora nosotros tomamos el control de la zona’. Nos pidieron que cumpliéramos sus instrucciones, entre ella que nos organizáramos en cuadrillas para la limpieza de las vías y los frentes de las fincas”.
“Impusieron toque de queda, por lo que están prohibidos, bajo pena de muerte, los desplazamientos después de las 8 de la noche, a menos que haya un caso de emergencia. Nos dijeron que estaban prohibidas las fiestas y las ventas de licores en la zona. ‘Si cometen algún acto delictivo serán sancionados por nuestros representantes’, nos dijeron”.
“Lo más indignante es que la Guardia Nacional anda por el pueblo persiguiendo a quienes no tienen tapabocas, así como a los pequeños vendedores ambulantes, que no tienen otra forma de proveerse el sustento, pero se hacen los locos ante la presencia de la guerrilla en nuestro municipio. Son unos verdaderos traidores a la patria”, finaliza diciendo.