El alcalde de Nueva York, Eric Adams, ha emitido una orden ejecutiva que busca regular la llegada de autobuses chárter con inmigrantes provenientes de otros estados. Según esta orden, estos autobuses deberán notificar a la ciudad con 32 horas de antelación para garantizar la disponibilidad de personal. De lo contrario, se considerará un delito menor y se podrán aplicar multas, demandas e incluso la confiscación de los vehículos.
La orden establece que los autobuses solo podrán llegar de lunes a viernes, entre las 8:30 y las 12:00 hora local. Además, deberán dejar a los pasajeros en un lugar específico, a menos que la Oficina de Manejo de Emergencias de la ciudad indique lo contrario. El alcalde Adams hizo este anuncio durante una conferencia de prensa en la que estuvo acompañado por los alcaldes de Chicago, Brandon Johnson, y de Denver, Mike Johnston.
El alcalde Johnston también informó que hace un mes se implementó una ordenanza similar en Denver, y que están en proceso de implementarla en su totalidad. Estas medidas buscan hacer frente a la crisis fiscal que ha generado la llegada de más de 150,000 inmigrantes a Nueva York desde abril de 2022. Según estimaciones, se habrán gastado alrededor de 12,000 millones de dólares en servicios para estos inmigrantes para mediados de 2025. Esto incluye alojamiento, comida, educación y otros tipos de asistencia, sin contar con la ayuda solicitada al Gobierno federal.
Cabe destacar que en la primavera de 2022, el gobernador de Texas, Greg Abbott, comenzó a enviar autobuses con inmigrantes a ciudades con alcaldes demócratas, argumentando que era necesario distribuir la carga migratoria que enfrentaba su estado debido a las políticas migratorias del presidente Joe Biden. Esto ha llevado a que Nueva York, Boston, Denver, Filadelfia y Los Ángeles también hayan recibido inmigrantes.
Además de estos casos, también ha habido inmigrantes que han llegado a Nueva York por su cuenta desde varios estados, amparados por un mandato judicial emitido hace 42 años que obliga a la ciudad a proporcionarles alojamiento si lo solicitan. Frente a esta situación, el alcalde Adams ha pedido que se anule este mandato debido a la crisis financiera que enfrenta la ciudad. Sin embargo, aún no ha habido respuesta de la corte y las autoridades se han visto obligadas a convertir hoteles en albergues y levantar carpas.
Además, se ha establecido un límite de 30 días para que las personas solteras encuentren un lugar para vivir y de 60 días para las familias con niños. Esta medida ha sido duramente criticada debido a su impacto en los menores, según defensores de los inmigrantes. El alcalde Adams también ha recortado el presupuesto de las agencias de la ciudad, sumándose así a las críticas al Gobierno federal por no proporcionar la ayuda económica solicitada y por no abordar el problema migratorio de manera integral y a nivel nacional.
Este anuncio se produce en un momento en el que una nueva caravana de migrantes se dirige hacia la frontera sur del país. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se encuentra en México para abordar precisamente el problema de la migración irregular con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.