“ANTROS DE LA BURGUESÍA” en tiempos de Chávez, hoy fuentes de ingresos para el régimen de Maduro

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Hace unas semanas entró en funcionamiento el primer casino en Anzoátegui, instalado en un prestigioso hotel de la zona que fue adquirido por una franquicia nacional.

Por Corresponsalía

Lo que hasta hace un par de años fue el salón de eventos más grande en el norte de la entidad, fue reformado y convertido en una lujosa sala de juegos, que cuenta desde las famosas maquinitas hasta salones de juego privados, según testimonios de los asistentes al local.

El otro salón que existía en el hotel fue reformado y convertido en una gigantesca sala de bingo, con alta tecnología y espacio para más de 200 jugadores. “¡Volvió el bingo! Esa es una distracción para nosotras, lo extrañaba, es así como un sitio seguro para nosotras y nuestra familia puede estar segura”, afirmó Gabriel Luces, clienta de la sala de juegos.

Otros critican la instalación de estos lugares, pues “se prestan para el vicio. La ludopatía es una enfermedad, la gente es capaz hasta de vender sus cosas solo por jugar”, alertó Pedro Díaz, vecino del hotel donde funciona el casino.

¿Cuánto cuesta jugar?

Las apuestas están sujetas a montos mínimos de carga en el caso de las maquinitas. “El mínimo son 20 dólares. Si apuestas bajo, puedes hacer varias tiradas; si no, una sola por ese monto”, relata una jugadora que no quiso identificarse.

Estos 20 dólares para unos minutos de juego, pero representan casi 70% del nuevo salario mínimo integral de un venezolano, que actualmente se fija en medio petro, que son alrededor de 30 dólares.

“Mis hijos viven en el exterior, me envían dinero. Yo tengo un pequeño negocio, voy guardando de 100 dólares y vengo a jugar un rato. A veces gano, otras no”, afirma la cliente del casino.

Pero en una economía donde “casi el cien por ciento se utiliza para adquirir alimentos, pagar servicios o surtir necesidades básicas”, según el economista Gilberto Román, esta distracción es exclusiva de pequeños grupos.

En la sala de bingo, recientemente inaugurada, el precio de los cartones es un poco más accesible, pues cada cartón normal tiene un precio de un dólar y cada cierto tiempo se lanzan partidas especiales de 5 dólares el cartón.

Otros juegos como las ruletas o el póker, no tienen límites claros de los montos a apostar ni del premio que otorgan.

Los clientes aseguran que el agua y el café son gratuitos, y repartidos en las salas con regularidad, pero al momento de pedir comida o bebidas específicas, los precios inician en 5 dólares.

“Pedí un trago y unos tequeños, pagué 15 dólares. Es lo mismo que cuesta en cualquier restaurante de Lechería”, aseguró un cliente que se encontraba en la sala de bingo.

¿Llegó el fin de los Sports Bar?
Los Sports Bar son sitios donde se da cobertura televisiva para eventos deportivos, ya sean importantes o de poca relevancia, donde se correrían apuestas para hacer más interesantes partidos de fútbol, carreras de caballos, entre otros.

Estos eran los únicos establecimientos de este tipo permitidos en el país luego del cierre de los casinos. Se habían mantenido durante años, pero actualmente podría verse una merma en sus visitas por la reaparición de las salas de juego.

Antros de la burguesía

Hace más de una década, Hugo Chávez, ordenó cerrar todos los casinos y bingos en Venezuela. La medida dejó más de 100.000 desempleados y decenas de enormes edificaciones abandonadas.

El comandante de la revolución bolivariana llamó a estos lugares “antros de perdición de la burguesía”. Maduro ha resuelto pragmáticamente con la inauguración del casino del Humboldt invitar a la gente a apostar en petros, la criptomoneda creada por el régimen para hacer frente a la devaluación del bolívar.

“En el Hotel Humboldt, allí se va a abrir un casino internacional y todo el que quiera apostar apostará en petro y todos esos recursos entrarán al Estado para la salud, la educación”, dijo Maduro en televisión en enero de 2020.

Ahora, el sucesor de Chávez ha autorizado el funcionamiento de 30 establecimientos en todo el país. Es otra señal del giro liberal que ha venido dando el chavismo, arrinconado por la más grave crisis económica de la historia reciente del país, tras la caída de los ingresos petroleros por el desplome de la producción y las sanciones internacionales que han complicado el financiamiento al régimen Maduro.

Llegaron para quedarse

Se conoció que un reconocido hotel de la ciudad de Puerto La Cruz está adecuando instalaciones para reactivar el casino que funcionó por años en el establecimiento.

También en el centro comercial Plaza Mayor, el más icónico del norte de Anzoátegui, espera la apertura de un casino que podría rescatar el flujo de visitantes que tenía hace cinco años. Este sería el segundo casino que abrirá en la zona.

Aunque no se pudo conocer cuánto es el pago que recibe cada trabajador ni el número de personas contratadas, extraoficialmente se supo que por lo menos cien personas son empleadas por turno, lo cual genera ingresos a jóvenes que ven en estos negocios una oportunidad para obtener ingresos.