Un nuevo capítulo de tensión política se desencadena en Venezuela con la reciente cancelación de pasaportes a miembros del equipo de trabajo de la líder opositora y candidata presidencial María Corina Machado. Esta acción, que carece de fundamentos legales claros, ha generado un fuerte rechazo tanto dentro de la comunidad política y de derechos humanos en el país como a nivel internacional.
La decisión de anular los pasaportes, aparentemente sin motivo legal justificado, se interpreta como una estrategia para debilitar la influencia y movilidad de la oposición venezolana, especialmente de figuras clave como Machado y su equipo. Esto plantea serias dudas sobre la independencia de las instituciones gubernamentales en Venezuela y cuestiona el compromiso del gobierno con los principios democráticos y el Estado de derecho.
El equipo de María Corina Machado, conocido por su activismo en defensa de la democracia y los derechos humanos, ha denunciado esta acción como un ataque directo a sus libertades fundamentales, incluyendo el derecho a la libre circulación. Además, este incidente plantea preocupaciones sobre el uso de mecanismos de control estatal con fines políticos, un tema que ha sido objeto de constante debate y crítica en el contexto venezolano.
La situación actual refleja la creciente polarización política en Venezuela y destaca la urgente necesidad de diálogo y respeto a los derechos fundamentales como pilares para la recuperación de la estabilidad y la democracia en el país.