El saldo de muertos en Israel como consecuencia del ataque del grupo terrorista Hamas ha superado los 1.200 este miércoles, mientras que los heridos han alcanzado los 2.900, según los servicios de emergencia médica. La incursión de Hamas, que ha lanzado cientos de cohetes desde la Franja de Gaza hacia diversas ciudades israelíes, provocó una respuesta militar por parte de Israel, que ha bombardeado más de 270 objetivos en el enclave costero controlado por el grupo terrorista.
Además de los ataques aéreos, la Marina israelí y la Fuerza Aérea han llevado a cabo operaciones contra objetivos navales de Hamas que, según un portavoz militar, «eran utilizados para llevar a cabo ataques terroristas en las costas israelíes». Israel también ha denunciado que más de 100 personas han sido secuestradas por Hamas y llevadas a Gaza como rehenes.
El ejército israelí ha informado de que ha encontrado los cuerpos de 1.500 combatientes de Hamas. El ataque terrorista está ahora en su quinto día y solo se ha registrado un lanzamiento de cohetes desde Gaza hacia Israel. El martes se produjo el primer ataque desde Siria hacia territorio israelí desde el inicio del conflicto, sumándose a una serie de intercambios de fuego en la frontera entre Israel y Líbano desde el domingo.
Israel anunció el martes que había retomado el control de zonas alrededor de la Franja de Gaza y continuó bombardeando el enclave, imponiendo un asedio total. «Ya estamos en medio de la campaña, pero esto es solo el comienzo, ganaremos con fuerza, con mucha fuerza», advirtió el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
A pesar de que las fuerzas de seguridad han retomado el control de la frontera con Gaza, el portavoz militar Richard Hecht ha declarado que «las infiltraciones pueden continuar». Israel ha impuesto un «asedio total» a la Franja de Gaza, impidiendo la llegada de electricidad, comida, agua y gas, según el ministro de Defensa. Además, ha ordenado la evacuación de todas las localidades cercanas a Gaza, lo que ha generado temores de una inminente ofensiva terrestre en este pequeño territorio donde viven 2,3 millones de palestinos.
Hamas amenazó con ejecutar a los cerca de 150 rehenes que secuestró durante su incursión en Israel, entre ellos mujeres, niños, ancianos y jóvenes capturados durante un festival de música, donde murieron unas 250 personas. El martes, la organización terrorista informó de que dos de sus líderes habían muerto en los ataques israelíes. Se trata de Zakaria Muammar, encargado de asuntos económicos en Gaza, y Jawad Abu Shamala, coordinador de contratos con otros grupos palestinos.
Se ha producido otra masacre en el kibutz Beeri, donde más de 100 personas han sido asesinadas, según informó un portavoz de la ONG Zaka, que participó en la identificación de las víctimas. Desde el inicio de la incursión, Hamas ha lanzado más de 5.000 cohetes, una magnitud sin precedentes desde la creación del Estado de Israel en 1948.
Netanyahu ha comparado el ataque de Hamas con las atrocidades cometidas por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), afirmando que «los terroristas de Hamas ataron, quemaron y ejecutaron a niños (…). Son salvajes. Hamas es el EI». Más tarde, en una conversación telefónica con el presidente estadounidense Joe Biden, Netanyahu afirmó que el ataque de Hamas contra Israel es de «un salvajismo nunca antes visto desde el Holocausto».
En el hospital Al Shifa de Gaza, la situación es catastrófica, según informaron las autoridades médicas. El médico Mohammad Ghoneim señaló que están tratando a muchos heridos, en su mayoría mujeres y niños, que están llegando al mismo tiempo.