Un grupo de expertos de la Universidad de Boston ha llevado a cabo un reciente estudio que revela la relación entre el uso de plataformas como Instagram, Facebook, Twitter y TikTok, y el creciente interés en procedimientos de cirugía estética.
La investigación muestra un vínculo directo entre el tiempo dedicado a estas redes sociales y la inclinación a considerar intervenciones quirúrgicas para cambiar la apariencia. Esto se atribuye al deseo de parecerse a las versiones idealizadas de uno mismo que a menudo se exhiben en línea.
El estudio se suma al cuerpo de investigación que explora cómo las interacciones digitales influyen en el comportamiento humano y en la percepción de la propia imagen.
El término «dismorfia de Snapchat», acuñado en 2019, describe cómo el uso excesivo de filtros y ediciones en las redes sociales puede distorsionar la autopercepción, llevando a las personas a considerar cambios físicos para reflejar las versiones editadas de sí mismas en línea.
Los investigadores se centraron en usuarios que siguen a celebridades y consumen contenido altamente editado en estas plataformas, encontrando que este grupo es más propenso a la insatisfacción corporal y a considerar la cirugía estética.
Este estudio subraya la preocupación sobre cómo la idealización de la apariencia física, influenciada por celebridades en las redes sociales, puede afectar la autoestima y la salud mental, especialmente entre los jóvenes expuestos constantemente a contenido visual editado y filtrado.