Cambios en el CNE y amenazas de proscripción: preocupación en el chavismo por el crecimiento electoral de María Corina Machado

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A medida que se acerca una fecha electoral en Venezuela, la oposición se enfrenta a dificultades para lidiar con la constante inestabilidad y falta de confianza del régimen de Nicolás Maduro. En repetidas ocasiones, el régimen ha prometido un funcionamiento electoral normal y en consonancia con la Constitución, pero al final ha aplicado la misma fórmula: proscribir e inhabilitar a candidatos opositores, colocar rectores afines en el Consejo Nacional Electoral (CNE) e impedir la participación de los casi ocho millones de venezolanos en el extranjero.

Con información de Infobae

Aunque las elecciones presidenciales están programadas para 2024, la carrera electoral ya ha comenzado. En cuatro meses, el 22 de octubre, la oposición celebrará primarias para elegir al líder que enfrentará al chavismo en las elecciones generales. Sin embargo, la dictadura ya está preparando el terreno para someter a la oposición y al pueblo venezolano a una posible farsa electoral.

El primer paso ha sido el cambio de los miembros del CNE. El 15 de junio, Jorge Rodríguez, una figura influyente dentro del régimen y presidente de la Asamblea Nacional chavista, anunció que los 15 miembros del ente electoral serían reemplazados después de que ocho rectores afines al régimen renunciaran a sus cargos, a pesar de que aún les quedaban cinco años de mandato de siete años.

Los nuevos nombramientos quedaron en manos del Parlamento controlado por el chavismo. La Asamblea Nacional designó una comisión preliminar de 11 miembros, la mayoría pertenecientes al oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Incluso, entre ellos se encuentra Cilia Flores, esposa de Nicolás Maduro.

El pasado jueves, Human Rights Watch advirtió que «esta maniobra puede destruir cualquier posibilidad de un proceso justo». Juanita Goebertus, directora de la División de las Américas de HRW, señaló que «las oportunidades de elecciones libres y justas ya pendían de un hilo».

El sábado 17 de junio, María Corina Machado encabezó un masivo acto en el estado de Trujillo, tradicionalmente bastión chavista, donde confirmó que inscribiría oficialmente su candidatura para las primarias de la oposición. Machado, líder de Vente Venezuela (VV) y favorita en las encuestas, destacó que el país no aceptará un candidato impuesto y que el líder de Venezuela debe ser elegido por los venezolanos, sin intervención de las cúpulas, Maduro ni la comunidad internacional.

La Comisión Nacional de Primarias (CNP) ha decidido autogestionar la elección interna sin la intervención del CNE, en respuesta a los cambios impulsados por el chavismo en el ente comicial. Esta decisión ha sido elogiada por Machado y representa un desafío significativo.

La multitudinaria movilización liderada por Machado, reflejo del fuerte descontento hacia el régimen, no fue bien recibida por la dictadura. Rápidamente, desde el chavismo se lanzaron las primeras amenazas contra la candidatura de María Corina. El chavista Luis Ratti solicitó oficialmente la inhabilitación de la dirigente opositora.

Humberto Villalobos, coordinador electoral de Vente Venezuela, expresó su preocupación ante un posible escenario en el que el régimen impida la participación de cualquier candidato opositor con posibilidades de derrotarlo, similar a lo sucedido en Nicaragua. Sin embargo, afirmó que María Corina mantiene su intención de llevar el proceso hasta el final, a pesar de las dificultades.

Miguel Velarde, consultor político venezolano y ex asesor de María Corina Machado, señaló que estas maniobras del chavismo han fortalecido la candidatura de Machado. El régimen se preocupa por la posibilidad de enfrentar a una candidata como ella en unas elecciones generales. Velarde también destacó que el régimen necesita un proceso electoral que le otorgue cierta legitimidad y lo saque de la incómoda posición en la que se encuentra desde 2018.

Aunque el chavismo ha enviado señales de un nuevo proceso electoral marcado por irregularidades, Human Rights Watch hizo un llamado a los presidentes Gustavo Petro (Colombia) y Lula da Silva (Brasil), quienes mantienen una estrecha relación con Maduro, para que intercedan y aseguren la realización de elecciones libres y transparentes. La ventana de oportunidad para una transición democrática en Venezuela se está cerrando, advirtió HRW.

A medida que se acercan las primarias y las elecciones presidenciales de 2024, la oposición venezolana se enfrenta a obstáculos y desafíos en su lucha por un proceso electoral justo y transparente. A pesar de las dificultades, la figura de María Corina Machado ha ganado popularidad y se mantiene como una candidata fuerte tanto entre los venezolanos como en la comunidad internacional. El futuro político de Venezuela sigue siendo incierto en medio de la inestabilidad y la falta de confianza en el régimen de Maduro.