Los ministros de Relaciones Exteriores de Venezuela y Guyana, Yván Gil y Hugh Todd, iniciaron hoy una reunión en Brasilia con el objetivo de continuar el diálogo entre ambos países y reducir las tensiones surgidas por la disputa sobre la región selvática del Esequibo, que Venezuela busca anexar a su territorio.
Este encuentro representa el primer encuentro de alto nivel entre las delegaciones de ambos países desde la reunión que sostuvieron los presidentes Nicolás Maduro e Irfaan Ali el pasado 14 de diciembre en San Vicente y las Granadinas.
La reunión se lleva a cabo en el Palacio de Itamaraty, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, y cuenta con la mediación del canciller brasileño, Mauro Vieira, así como de representantes de los gobiernos de San Vicente y las Granadinas y Dominica.
El canciller venezolano expresó el miércoles, al llegar a Brasilia, que su delegación llega con «espíritu de buena fe» y espera que la delegación guyanesa también tenga la misma disposición.
Asimismo, destacó que las conversaciones se basarán en acuerdos que tienen como objetivo «alejar la posibilidad de involucrar a potencias militares extranjeras» y resolver la disputa dentro del marco del derecho internacional.
La controversia sobre el Esequibo, una zona de 160,000 kilómetros cuadrados administrada por Guyana y rica en petróleo y minerales, se reavivó a finales de diciembre con la llegada de un buque de guerra británico a la región en aparente muestra de apoyo al gobierno guyanés.
En respuesta, Venezuela desplegó 5,682 efectivos, 28 aeronaves y 16 embarcaciones en una serie de ejercicios militares.
Ante este episodio, Brasil, que previamente había manifestado su deseo de evitar conflictos en América del Sur, expresó su preocupación por las «demostraciones militares» y subrayó que estas acciones van en contra de los compromisos asumidos en San Vicente y las Granadinas.
El gobierno de Maduro ha emprendido una campaña para «hacer realidad» la anexión de la región del Esequibo al mapa venezolano. Esto incluye la realización de un referéndum el pasado 3 de diciembre y la implementación de un plan de acción para la zona, que contempla la concesión de licencias para la explotación petrolera y despliegues militares.
Por su parte, Guyana se ha mantenido firme en su postura y confía en que el diferendo se resuelva a través de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que ha declarado su competencia para tomar una decisión al respecto.