Millones de venezolanos se mantienen fuera del sistema electoral debido a la desinformación, la falta de motivación, la escasez de oficinas y años de llamados a no votar. Sin embargo, algunos activistas están trabajando para cambiar esta situación y captar a potenciales electores que no están registrados.
Gabriela Castillo, de 21 años, se inscribirá por primera vez en el registro electoral para votar en las próximas elecciones en Venezuela. Aunque estaba desmotivada por la situación política en su país, decidió unirse después de enterarse de una iniciativa de un activista que busca a personas que no están en el padrón electoral.
El presidente Nicolás Maduro aspira a un tercer mandato de seis años en las próximas elecciones, cuya fecha aún no se ha anunciado. Mientras tanto, la oposición está organizando primarias en octubre para elegir a su candidato, a pesar de enfrentar numerosos obstáculos.
«Había perdido un poco la confianza y la motivación», admite Castillo, después de haber registrado su nombre en el organismo electoral. Ella se ha unido a Samuel Díaz, de 30 años, quien semanalmente reúne a un pequeño grupo de jóvenes que no están registrados y los lleva en su auto a la única oficina disponible en Caracas para realizar el trámite.
Díaz compartió su iniciativa en redes sociales y fue recibida con entusiasmo por los internautas. Muchas personas se comunicaron con él para participar en el proceso de registro electoral. Además de su trabajo como activista, Díaz es director de la ONG Nutriendo el Futuro, una iniciativa que brinda alimentación a niños en Venezuela. También ha sido líder estudiantil y está comenzando su carrera en la política.
Según la asociación civil Voto Joven, en Venezuela hay alrededor de 3,5 millones de votantes potenciales que no están registrados en el padrón electoral. Han pedido al Consejo Nacional Electoral (CNE) que realice jornadas especiales para reducir este número, pero hasta ahora no han tenido éxito.
En agosto, se nombró una nueva directiva del CNE por parte del Parlamento, que tiene mayoría chavista. El presidente de esta autoridad electoral, Elvis Amoroso, está sancionado por Estados Unidos y ha inhabilitado a líderes de la oposición para ocupar cargos públicos.
Oswaldo Ramírez, director de la firma ORC Consultores, explica que según sus encuestas, solo el 45% de las personas tienen una alta disposición a participar en las elecciones presidenciales. Esto podría indicar una despolitización que lleva a las personas a no apoyar a ningún candidato hasta que vean unidad y la posibilidad real de que el camino electoral conduzca a la victoria.
Gabriela Castillo perdió la motivación para votar después de presenciar las protestas sociales en Venezuela en 2017, que duraron meses y dejaron más de 120 muertos. Además, la oposición tradicional se ha marginado de elecciones anteriores por considerarlas fraudulentas y sin garantías electorales.
Samuel Díaz destaca que la desinformación en los medios de comunicación y la falta de oficinas para realizar el proceso de registro son obstáculos importantes para captar a más jóvenes. Aunque la situación es difícil, iniciativas como la de Díaz están surgiendo en todo el país. Sin embargo, los trámites para registrarse o actualizar datos solo se pueden hacer en una única oficina por estado, lo que dificulta el proceso para aquellos que viven en zonas alejadas de las capitales.
A pesar de que Gabriela no se siente representada por ningún precandidato presidencial en particular, cree que es fundamental registrarse y votar para lograr un cambio en el país. «El derecho al voto es completamente fundamental si se quiere ver un cambio, sea cual sea el candidato electo para el año que viene», afirma.
Es importante que los ciudadanos se informen y participen activamente en el proceso electoral para ejercer su derecho al voto y contribuir al futuro de su país.