La noticia informa sobre la práctica de cárteles mexicanos que ofrecen servicios de VPN (redes virtuales privadas) a migrantes que buscan asilo en Estados Unidos para evitar los requisitos de geolocalización establecidos por las autoridades migratorias.
Con Informacion de MILENIO
Esto les permite solicitar citas de asilo sin estar físicamente en la frontera, como exige la ley.
Los legisladores republicanos alertan sobre cómo esta actividad está explotando las políticas migratorias y contribuyendo a la crisis migratoria en la frontera entre México y Estados Unidos.
La noticia menciona que los cárteles mexicanos ofrecen servicios de VPN a los migrantes para que puedan preinscribirse para citas de asilo en Estados Unidos y evitar los sistemas de geolocalización, lo que a su vez se traduce en un incentivo para cruzar ilegalmente la frontera.
La aplicación CBP One es mencionada como la herramienta utilizada para identificar la ubicación de los migrantes y permitirles presentar sus solicitudes de asilo si están en la frontera con México.
El artículo resalta las preocupaciones planteadas por los legisladores republicanos, quienes argumentan que esta práctica perjudica a los estadounidenses al facilitar la entrada de migrantes con smartphones al país y al mismo tiempo favorece a los cárteles al atraer más clientes para el viaje peligroso hacia la frontera.
También se menciona un incremento en la detección de sospechosos de terrorismo entre los migrantes.
La noticia describe una audiencia del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes en la frontera entre Arizona y México, donde los republicanos discuten cómo las organizaciones criminales están aprovechando las políticas migratorias para lucrarse.
Además, se menciona que los demócratas han boicoteado el foro de los republicanos y han visitado la zona limítrofe en Texas para abordar las preocupaciones sobre la crueldad y los derechos humanos de los migrantes.
En resumen, la noticia destaca cómo los cárteles mexicanos están ofreciendo servicios de VPN a migrantes para eludir los sistemas de geolocalización y adelantar citas de asilo en Estados Unidos, lo que ha suscitado preocupaciones sobre el impacto en las políticas migratorias y la seguridad fronteriza.