Según la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V), hasta agosto de este año, 7,71 millones de venezolanos han abandonado el país en busca de una mejor calidad de vida debido a la crisis. En un informe difundido en redes sociales, la R4V reveló que entre mayo y agosto de este año, 390.000 personas más se sumaron a los migrantes venezolanos.
En total, la cifra de refugiados y migrantes venezolanos en todo el mundo asciende a 7.710.887, de los cuales 6.527.064 se encuentran en América Latina y el Caribe. La R4V compartió en Twitter: «A agosto de 2023, más de 7,7 millones de personas han abandonado Venezuela. De estas, el 84% se encuentran en América Latina y el Caribe».
Colombia encabeza la lista de países con mayor presencia de migrantes venezolanos, con 2,89 millones. Le siguen Perú con 1,54 millones, y Brasil, Ecuador y Chile, con alrededor de medio millón de personas cada uno.
Es importante tener en cuenta que estas cifras son la suma de refugiados, migrantes y solicitantes de asilo reportados por los gobiernos anfitriones. No implican necesariamente la identificación o registro individual de cada individuo, y se basan en una estimación según la metodología utilizada por cada gobierno. Además, dado que muchas fuentes gubernamentales no consideran a los venezolanos sin un estatus migratorio regular, es probable que el número total sea aún mayor.
La R4V emite estas estadísticas con base en las cifras oficiales de cada gobierno y están sujetas a actualizaciones periódicas. Esta plataforma es un espacio creado por la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para responder al desplazamiento de refugiados y migrantes venezolanos en América Latina y el Caribe.
Venezuela continúa enfrentando una grave crisis económica que provoca un rápido incremento en los precios de bienes y servicios de consumo diario. Según el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), la inflación anualizada alcanzó un 422% entre agosto de 2022 y el mismo mes de 2023, siendo la más alta de la región y del mundo en ese período.
Además, el país tiene el salario mínimo más bajo de la región, alrededor de 5 euros al mes. En un contexto económico marcado por la dolarización de los precios, gran parte de la población no tiene acceso a bienes y servicios, dependiendo de los programas de ayuda estatales para subsistir.