Chavismo juega sus fichas con una ministra de Comercio Nacional sin experiencia en el área

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Sigilosamente, la nueva ministra Dheliz Álvarez ha escalado posiciones dentro de la estructura del PSUV por su capacidad de articulación política en Carabobo y breves gerencias en la Misión Ribas y la Zona Educativa de su estado

Brian Contreras| TalCual

La constante renovación y mutación del gabinete ministerial del Ejecutivo se hizo presente una vez más, en esta ocasión llevando a la palestra a un rostro poco conocido y otorgándole la responsabilidad de tomar las riendas de una de las carteras más importantes en los últimos años.

De ahora en adelante, el Ministerio de Comercio Nacional estará encabezado por Dheliz Álvarez, una abogada de 39 años de edad que hace su aparición para renovar la plantilla de una cartera ministerial repleta de rostros conocidos.

Álvarez sustituye, entonces, a Eneida Laya, quien se mantuvo en el cargo casi dos años exactos, desde octubre de 2019. Laya se encargó de asumir una suerte de transición aplicada por el chavismo, mediante la Vicepresidencia Sectorial de Economía y los ministerios relacionados, desde una política controladora y regulatoria hacia una economía relativamente abierta y competitiva.

Ya sea por su intervención directa o por seguir las líneas emanadas desde la cúpula del chavismo, Laya formó parte de un gabinete que disminuyó las barreras para ejercer la actividad comercial en el país.

Ahora, Álvarez aterriza en este Ministerio sin experiencia previa en materia de economía, y solo un par de cargos gerenciales en la estructura chavista. Sin embargo, las expectativas están puestas en que mantenga la línea de la gestión de Laya.

¿Quién es Dheliz Álvarez?
La mujer encargada de dirigir el Ministerio de Comercio Nacional es una abogada de 39 años. Obtuvo su licenciatura en la Universidad de Carabobo, donde también imparte clases.

Su recorrido en las filas del Gobierno no es vasto, pero sí de larga data, pues su primera experiencia en un organismo público se registró entre marzo de 2011 y agosto de 2012 con su paso como directora de Prevención, Control y Fiscalización de Legitimación de Capitales en el Servicio Autónomo de Registros y Notarías (Saren). Quizás su cargo más cercano a la actividad económica en su carrera.

Su siguiente rol de relevancia en el chavismo se concretó en 2015, cuando figuró como candidata para el circuito 5 de Carabobo durante las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2015. Aunque perdió ante los candidatos Marco Bozo, Romny Flores y Carlos Lozano, quienes se hicieron con los escaños de esa circunscripción.

Antes de intentar alcanzar el Parlamento, Álvarez acumulaba experiencia haciendo política, pues fue jefa de campaña, movilización y logística de diversos alcaldes y gobernadores del chavismo en Carabobo.

Su trabajo en Carabobo para el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) le hizo ganar reputación en la tolda roja por movilizar a la coalición chavista en distintas oportunidades y desde distintos frentes.

Esta experiencia política en Carabobo la llevó más tarde a enfrentarse a unas nuevas elecciones. Esta vez, las municipales de 2017. Se postuló como candidata a la alcaldía de San Diego y obtuvo un 8.973 votos (32,49%), insuficientes para superar a León Jurado, quien acabaría asumiendo el cargo.

Pero la derrota electoral no hizo que la confianza del partido en ella mermara. Todo lo contrario, pues en 2018 le otorgaron su primer cargo gerencial en un organismo público. El 12 de enero fue designada directora de la Zona Educativa de Carabobo.

Seis meses después, el 12 de julio de 2018 también se le asignó la presidencia de la Fundación Misión Ribas. Estas dos funciones las cumplió en paralelo mientras, además, formaba parte del equipo promotor de la Unión Nacional de Mujeres (Unamujer) en Carabobo.

Todos estos elementos acabaron por convertirla en una de las figuras de la dirigencia joven del PSUV y sin duda hicieron que escalara posiciones hasta ser considerada para obtener la responsabilidad de un Ministerio.

Sin embargo, su historial dista mucho de perfilarla como una candidata idónea para el Ministerio de Comercio Nacional. Incluso su antecesora, Laya, contaba con una gestión económica previa como presidenta del Banco del Tesoro desde octubre de 2017.

Expectativas en la nueva ministra
Aunque la experticia económica no acompañe a Dheliz, su desconocimiento trae consigo un factor importante: no genera rechazo, solo expectativas.

El sector comercial del país espera que logre adaptarse a las exigencias del cargo y mantenga la línea de políticas de liberación económica que ha puesto en marcha el gobierno chavista en los últimos dos años.

Para el presidente de la Federación de Artesanos, Micros, Pequeñas y Medianas Industrias y Empresas (Fedeindustria) y diputado de la Asamblea Nacional (AN) administrada por el chavismo, Orlando Camacho, se debe depositar un voto de confianza en Álvarez pese a su escasa experiencia en la materia.

«Todos tenemos que aprender. Todos estamos involucrados de cierta forma con la economía. Le damos un voto de confianza a la nueva ministra. No tenemos preocupación porque conocemos el nivel de institucionalidad del Ministerio», argumentó.

El empresario sostiene que Álvarez va a reforzar las políticas que llevaba el Ministerio durante su gestión previa y anticipa que en los próximos días se llevará a cabo el primer encuentro con Fedeindustria. Además de que, desde el Legislativo, acompañarán las propuestas que surjan desde la cartera ministerial.

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Por su parte, desde el Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio) afirman con cautela que no conocen demasiados detalles sobre el nombramiento o las características de la futura gestión de Álvarez. En este sentido, sus esperanzas están puestas en que mantenga una gestión similar a la de Laya, al menos en lo que respecta a la comunicación con el sector empresarial.

«Teníamos una comunicación constante con la ministra Laya y aspiramos que esa comunicación se mantenga», explicó la presidenta de Consecomercio, Tiziana Polesel, quien también adelantaba que solicitarán una audiencia con la nueva ministra para presentarse y hacer los primeros planteamientos.

«Justo el miércoles de la semana pasada tuvimos una reunión con la ministra Laya, donde hicimos un resumen de las principales inquietudes del sector. Solicitaremos ser recibidos para consignar el mismo documento y explicar lo que sea necesario», detalló.

Pese a la fluidez de las comunicaciones entre Consecomercio y Laya, no todas las cámaras de comercio del país tienen la misma suerte. Desde otros frentes, esperan que la nueva gestión pueda traducirse en una mayor receptividad.

Desde la Cámara de Empresarios de Guarenas, Guatire, Araira y Barlovento (Capmi Plazza), que representa a una buena porción del empresariado mirandino, denuncian que Laya jamás atendió sus llamadas ni solicitudes de audiencia. En su lugar, conversaba con gremios paralelos que no tienen representación real de empresas en Miranda.

Por este motivo, en Capmi Plazza celebran el cambio de piezas en el Ministerio y esperan poder cooperar con Álvarez con propuestas que han formulado durante los últimos tres años, que involucran competencias a todos los niveles, tanto municipal y regional, como legislativa y ejecutiva.

El presidente de Capmi Plazza, Giovanni Celano, detalla que sus propuestas se enfocan en tres ejes: las compras del Estado, el incremento del financiamiento y una optimización del sistema de recaudación de impuestos.

El primer paso de esta relación, en caso de concretarse, será abogar por la reactivación del sector textil en la zona industrial de Guarenas.

«Tenemos a la principal empresa del sector textil en Venezuela, con una inversión de entre 8 y 9 millones de dólares, con capacidad de suministrar telas. Además, una capacidad instalada muy importante para la confección. Aspirábamos reunirnos para canalizar esta reactivación a través de compras del Estado, pero no pudimos tener contacto con la ministra saliente. Aspiramos a que, con la nueva ministra, se haga interés en esta gestión», destacó.

Uno de los aspectos más destacados de la reactivación del sector textil no se queda solo en el impacto económico sino que también tiene en cuenta el aspecto social. Celano hace énfasis en que el 70% del empleo en este sector está constituido por mujeres.

El impulso de un sector que emplea principalmente a mujeres cobraría especial importancia en este contexto, pues según la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) 2021, las mujeres son las más perjudicadas por el estado del empleo en el país, con cifras alarmantes de desocupación o salarios miserables, aunque son las jefas de familia y el principal sostén de los hogares venezolanos.

Con la llegada de una mujer joven al Ministerio, las expectativas están puestas en que incremente la participación de los jóvenes y las mujeres durante su administración.