Durante el gobierno de Hugo Chávez, se utilizó recurrentemente la manipulación del sentimiento nacionalista en Venezuela. La figura del Libertador Simón Bolívar se convirtió en un símbolo utilizado por el chavismo para legitimar su movimiento. Sin embargo, este no es un fenómeno exclusivo de Venezuela, sino que también ha ocurrido en otros países de América Latina. Un ejemplo de esto es Argentina, donde en 1982 el presidente Galtieri intentó utilizar la recuperación de las Islas Malvinas como una estrategia para mantenerse en el poder, pero esto terminó en una derrota militar y el fin de la dictadura.
En el caso de Venezuela, las opciones de Nicolás Maduro de mantenerse en el poder son mínimas si las próximas elecciones se celebran de manera democrática y en igualdad de condiciones. María Corina Machado, la candidata opositora, cuenta con un amplio respaldo tanto dentro como fuera del país. Maduro ha intentado negociar con la oposición durante años, pero su margen de maniobra se ha reducido y su influencia internacional es cada vez menor, especialmente debido a los conflictos en los que están involucrados dos de sus principales aliados, Rusia e Irán.
La estrategia de Maduro de utilizar el reclamo del territorio del Esequibo como una forma de perpetuarse en el poder no ha tenido el efecto esperado. A pesar de sus intentos de manipulación, la apatía popular y la falta de participación en las elecciones han sido evidentes. Se han falsificado las cifras de participación y se ha utilizado la represión para presionar a los opositores de Machado.
Es importante destacar que hay una gran diferencia entre el conflicto de las Malvinas y el reclamo del Esequibo. Guyana no tiene la misma capacidad militar que el Reino Unido, y la idea de que haya una base militar del Comando Sur de Estados Unidos en el país es poco creíble. Además, un conflicto militar en América del Sur sería catastrófico, por lo que se insta al diálogo y a encontrar una solución pacífica.
Brasil, como país fronterizo, está preocupado por una escalada bélica que podría afectar su liderazgo en la región. Por eso, se busca impulsar negociaciones entre Maduro e Irfaan Ali, presidente de Guyana. Sin embargo, esto será complicado debido a la retórica belicista del gobierno venezolano.
En resumen, la estrategia del chavismo de utilizar el sentimiento nacionalista y el reclamo del territorio del Esequibo para mantenerse en el poder está perdiendo efectividad. Maduro enfrenta una creciente debilidad tanto interna como internacional, y la búsqueda de una solución pacífica se vuelve cada vez más urgente.