En medio de la formalización de una alianza entre Estados Unidos, Filipinas y Japón para contrarrestar la influencia china en el Indopacífico, Pekín ha llevado a cabo una semana diplomática intensa, reuniéndose con sus socios clave como Rusia, Corea del Norte y Vietnam.
La semana comenzó con la visita del ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, a China, donde ambos países reafirmaron su compromiso mutuo y expresaron su rechazo a las sanciones unilaterales, además de coordinarse en asuntos globales como la situación en Ucrania y Asia-Pacífico.
A pesar de enfatizar en su reunión con Lavrov que su relación está basada en la no alineación, el canciller chino, Wang Yi, mostró un entendimiento con Rusia en la mayoría de los temas globales candentes, incluyendo el conflicto en Ucrania y la cuestión de Taiwán.
Simultáneamente, China sorprendió al anunciar la visita del presidente del Congreso Nacional del Pueblo, Zhao Leji, a Corea del Norte, en un intento de fortalecer los lazos bilaterales. Esta visita se produce en medio de un momento delicado en la península coreana, con el fortalecimiento de la alianza entre Estados Unidos y Corea del Sur.
Además, se espera que China reciba al canciller alemán, Olaf Scholz, y al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, próximamente, lo que muestra la diversidad de las relaciones diplomáticas de China en un momento en que las tensiones globales están en aumento.
Este activismo diplomático de China busca contrarrestar las alianzas lideradas por Estados Unidos en la región, manteniendo y fortaleciendo sus relaciones con socios clave y presentando una imagen de estabilidad y compromiso en medio de un panorama geopolítico complejo.