Es muy pronto para hablar sobre la concreción de la tan solicitada renovación de liderazgos, pero la disposición inicial de los partidos del G4 confiere un nuevo aire, especialmente ante los llamados desde diferentes sectores del país a prepararse para la lucha electoral de 2024. La investigadora Stefania Vitale advierte que no debe pasarse de largo la confusión sobre la orientación ideológica de los partidos políticos y su oferta programática
Sofía Nederr / TalCual
En las últimas dos semanas, el camino hacia la renovación opositora ha tenido una visibilidad concreta a partir de las acciones que se han tomado desde Primero Justicia (PJ), Voluntad Popular (VP), Acción Democrática (AD) y Un Nuevo Tiempo (UNT).
Aunque es muy pronto para hablar sobre la concreción de la tan solicitada renovación de liderazgos, la disposición inicial de los partidos del G4 confiere un nuevo aire, especialmente ante los llamados desde diferentes sectores del país a prepararse para la batalla del 2024. Aquí el punto cumbre serán las elecciones presidenciales.
El abordaje de la renovación partidista es un punto de honor, dado que en las organizaciones casi ni recuerdan cuándo fue la última vez que hubo elecciones y se han enfrentado a un proceso de desgaste que incluye maniobras judiciales para ilegalizarlos. También es una necesidad la revisión ideológica de cada partido y la apertura a todas las voces, habida cuenta del mal sabor dejado por las imposiciones desde las cúpulas.
Stefania Vitale, investigadora en ciencias políticas, señala que se tiene a una oposición debilitada y con una fragmentación importante, como se confirmó en el mapa tras las elecciones regionales. Añade que esa fragmentación no es solo el reflejo de una ausencia de planificación estratégica, también muestra un problema de fondo, de estructura, en la que se ha pospuesto una reforma de los partidos en términos administrativos, lo que conlleva a la relegitimación de liderazgos y a determinar quiénes pueden representar eso.
Existe una confusión muy grande en cuanto a cuál es la orientación ideológica de los partidos políticos, cuál es su oferta, quiénes son los equipos con los cuales cuentan esos partidos y si los equipos en realidad van a compartir esa orientación ideológica, precisa la analista.
«A la vez, como no hay tiempo suficiente, debe verse cuáles son los liderazgos a nivel nacional y regional que pudieran ser más atractivos. Es importante conocerlos antes de zumbarlos a unas elecciones primarias o a través de cualquier otro mecanismo», puntualiza.
El 26 de enero, el presidente de la Asamblea Nacional (AN) de 2015, Juan Guaidó (reconocido como presidente interino por un grupo de países), señaló: «Yo quiero que todos se midan en primarias. Hablar de mí sería insuficiente. Debe ser en primarias que se elijan los liderazgos»
Por su parte, tras las elecciones regionales de noviembre de 2021, el excandidato presidencial Henrique Capriles dijo que «la gran lectura que debe hacerse de las elecciones es el proceso de reorganización y relanzamiento de todas las fuerzas democráticas».
Además, Capriles, que siempre ha mostrado respaldo a unas eventuales primarias, indicó que «nadie tiene el monopolio de la oposición. Aquí urge un proceso de exploración».
El punto neurálgico es que cualquier camino a seguir debe pasar por el filtro de la renovación opositora, reitera Stefania Vitale.
«El mecanismo debe ser bajo consenso, pueden ser unas primarias o puede ser encuestas, pero lo importante es una verdadera reorganización y reestructuración desde los partidos. Se puede llegar a unos acuerdos mínimos, hay una coordinación estratégica para los próximos dos años, y luego, ¿va a ser sostenible? La alternativa política será sostenible en la medida en que en verdad haya una reestructuración posible», subraya Vitale.
La vía de las primarias no ha sido descartada hasta ahora para relegitimar a los liderazgos de los partidos del G4. De hecho, ha sido puesto sobre el tapete por Juan Guaidó y dirigentes de Primero Justicia —comenzando por Henrique Capriles que lo propuso en 2021—, así como voces de AD y VP.
En febrero de 2012, Henrique Capriles obtuvo 1.900.528 votos (64,2%) en primarias y resultó electo candidato de la Mesa de la Unidad Democrática para las presidenciales que se celebraron en octubre de ese año en las que enfrentó a Hugo Chávez.
Abajo los personalismos
Stefania Vitale sostiene que cada partido —aclara que se refiere a los de peso y no a los de maletín— debe trabajar internamente antes de medirse con los otros.
«Es un ejercicio ambicioso y no se hace de la noche a la mañana, pero sí creo que tiene que haber un inicio de ese trabajo para medirse con los otros, debe ser así, reorganizando cuadros, militancia, nacional, regional, municipal, parroquial».
Al mismo tiempo, destaca Vitale que es clave crear una estructura que sea efectiva en términos de coordinación estratégica. Pero, advierte, que decidir la instancia de coordinación estratégica, sin atender lo interno, «puede ser que dé vida para 2024, pero no termina solucionando el problema de fondo».
Para Daniel Varnagy, doctor en ciencias políticas, la renovación de los liderazgos políticos tiene varias aristas. Desde su punto de vista, lo fundamental es que debe entenderse que los partidos son la quintaesencia de lo que significa la construcción o reconstrucción de un sistema democrático.
Agrega que lo que caracteriza a una democracia es la diferenciación entre el partido político y lo que es el ejercicio de gobierno.
«En el caso venezolano ha habido una suerte de imitación por parte de los partidos políticos del sistema hegemónico de gobierno que arranca con el chavismo, de tal forma que la ausencia de renovación por los métodos convencionales de las cúpulas partidistas, ha generado una apatía y un desinterés en la evolución de esos partidos políticos por parte de sus bases«, subraya Varnagy.
El investigador indica que esta circunstancia ha originado que muchos miembros importantes y valiosos de las bases, bien sea por desilusión o por no ver posibilidad de subir, han renunciado a la militancia o simplemente se han apartado.
Agrega que hay un mal síntoma y es que el mesianismo y el personalismo político están muy presentes en los partidos. Señala que tanto es así, que varios dirigentes políticos, cuando sus ideas no se impusieron, en vez de esperar otro turno para buscar consolidar o asentar mejor sus planteamientos, se han retirado y fundado su propio partido político.
Asimismo, Daniel Varnagy —quien celebra los primeros pasos dados para la renovación— destaca que los partidos deben volcarse a los principios éticos de la democracia, y un aspecto importante en ese contexto es la alternancia.
«Los partidos se cohesionan a través de la ideología, los principios, pero de ninguna manera hay una obligatoriedad de la permanencia en el tiempo de las cúpulas de poder”, resalta.
De allí que, explica Varnagy, esa alternancia incluye la renovación etaria, de manera que todos los partidos deben asumir que hay muchos dirigentes a los que, tanto por edad cronológica como por edad política, se les pasó su tiempo.
También llama la atención sobre el surgimiento innegable de liderazgos políticos fuera de los partidos. Expresa que cuando comienzan a surgir líderes que no se identifican con partidos políticos establecidos sino con acciones políticas, se generan unos movimientos políticos muy interesantes y valiosos.
«Del año 2022 al 2024 hay muy poco tiempo, debe haber ejercicios alternativos. Puede que haya primarias, pero el concepto de primarias tiene sentido dentro de los partidos. Pero también debe haber un mecanismo que incluya a líderes vecinales, comunales, que no están dentro de los partidos pero que han tenido auge de funcionamiento», puntualiza.
La renovación es un clamor
Ángel Medina, exdiputado y dirigente de Primero Justicia, señala que, claramente, después de las elecciones de Barinas y de hacer un recuento de los últimos tres años del recorrido de la oposición en Venezuela, hay una enorme presión y demanda, no solamente de los liderazgos locales y regionales sino también de los sociales, en torno a la renovación de los liderazgos políticos y dentro de los partidos.
Medina, quien antes de militar en Primero Justicia fue secretario juvenil nacional de Acción Democrática, recuerda que en 2021 la renovación también fue exigida por la dirigente María Corina Machado (Vente Venezuela), quien habló de la celebración de unas grandes primarias y la elección de los liderazgos opositores; mientras que la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) hizo lo propio a través de sus exhortaciones pastorales.
El 13 de enero de este año, la CEV instó a la renovación de partidos y liderazgos políticos «que no han permitido un discernimiento político centrado en las exigencias actuales, todo esto, haciendo uso de los mecanismos previstos en la Constitución Nacional y las leyes».
Ángel Medina, también politólogo, indica que los vientos de renovación son una prioridad dentro de PJ.
«En Primero Justicia estamos trabajando sobre eso, no solo porque estatuariamente debería venir la renovación de los cuadros del partido sino también porque, adecuados a la demanda y a la realidad política que se vive, es una de las cosas que debe impulsarnos. Hay una discusión importante dentro del partido sobre la necesidad de hacer esa renovación y cómo vendría, entendiendo los reglamentos internos, nuestro orden interno. Desde el año pasado hemos planteado ese tema en la dirección nacional y se está asumiendo ese tema con mucha seriedad», asegura Medina.
Al mismo tiempo, puntualiza que lo importante no es solamente provocar una renovación necesaria de los partidos.
«Es necesario entender que esa renovación debe ser lo mas democrática posible. Entender que esa renovación tiene que permitir que todos los dirigentes, los militantes, los actores locales, regionales y municipales puedan tener palabra y opinión en ese proceso de cambio. Precisamente, lo que estamos buscando es provocar más y mejor democracia para rescatar la democracia en Venezuela y eso tiene que llevarnos a más y mejor democracia en el seno de nuestras organizaciones políticas», asevera Ángel Medina. Espera que en las próximas semanas se tenga claridad sobre cómo y cuándo se hará ese proceso interno.
En diciembre de 2021, el coordinador nacional de PJ, Julio Borges, dijo que dentro de la organización se han dado pasos importantes.
«Yo llevé un plan en el que planteo que nosotros tenemos que hacer un proceso interno de relegitimación, de reinstitucionalizar. Por lo menos Primero Justicia, y ojalá que el resto de los partidos, será un factor de liderazgo dentro de la unidad para trabajar juntos», aseveró Borges.
De acuerdo con la información difundida recientemente por el partido, los dirigentes nacionales y regionales de PJ realizan reuniones con los dirigentes y la militancia en los estados.
En el caso de Voluntad Popular se instaló la Comisión de Revisión, Reorganización y Relegitimación, la cual será dirigida por Freddy Superlano, excandidato del G4 a la gobernación de Barinas en noviembre de 2021.
«Además de continuar luchando por la democracia, este proceso nos permitirá construir, fortalecer y promover los nuevos liderazgos que han surgido en las distintas áreas en la que hacemos vida en el país», aseguró VP.
Superlano sostuvo recientemente, en entrevista con Politiks, que la oposición necesita reencontrarse con sus banderas de lucha originales y con su dirigencia.
«Voluntad Popular es un partido que planteó elecciones primarias desde antes de las parlamentarias del 2010. Hablamos de elecciones para escoger un candidato único e ir en una tarjeta única. Nosotros no habíamos podido hacer elecciones internas porque la dinámica no nos ha permitido, hay un proceso de persecución, de encarcelamiento que se ha dado», esgrimió el dirigente.
Reconoció, asimismo, que el partido fundado por Leopoldo López ha perdido vocerías importantes dentro del país. El propio López está en España desde su salida del país en 2020.
Por su parte, Mayadevis González, miembro del Equipo Nacional de Activistas de VP, según informó el partido a través de una nota de prensa, dijo que respaldan la propuesta de elegir, a través de primarias, a los abanderados que asumirán el liderazgo de las fuerzas democráticas «en el próximo ciclo electoral».
Renovación adeca
En el caso de Acción Democrática, siguen los recorridos por las regiones para evaluar la situación del partido y engrasar la maquinaria interna.
«Hoy estamos trabajando y organizándonos con nuestras estructuras, para lo que esté por venir en los próximos años”, señaló el secretario de organización, Carlos Prosperi, el 1 de febrero.
Al mismo tiempo, el dirigente adeco llamó a organizarse para escoger un candidato unitario, para las presidenciales de 2024, por elecciones primarias”
El mismo 1 de febrero, militantes de AD conminaron a Henry Ramos, secretario general del partido, y a Bernabé Gutiérrez, presidente de la junta ad hoc designada por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), a zanjar diferencias y propiciar un entendimiento que apunte hacia la “reconstrucción y reunificación” del partido.
De acuerdo con Joel Román, uno de los solicitantes, el planteamiento es «establecer mecanismos para recuperar la unidad interna por encima de cualquier otra consideración o interés subalterno». Sin embargo, fuentes de AD ven este propósito cuesta arriba mientras Bernabé Gutiérrez no suelte el partido que le adjudicó el TSJ y Ramos Allup se niegue a cualquier posibilidad de entendimiento.
Aseveran que el partido se mantiene por la fortaleza en las regiones. Aseguran que la mayoría está con la facción que se ha autodenominado «AD en resistencia», la que conduce Henry Ramos Allup.
Ramos Allup ha sido insistente, en comentarios y declaraciones públicas, en que Acción Democrática sí ha hecho elecciones internas. Sin embargo, él ocupa el cargo desde el año 2000.
El primer vicepresidente de la tolda blanca, Edgar Zambrano, señaló, el 4 de febrero, que «AD tiene candidato en las primarias de la oposición 2023, Henry Ramos Allup». El anuncio fue hecho por Zambrano tras concluir una gira partidista por los estados Lara, Mérida, Trujillo y Zulia.
Asimismo, el vicepresidente adeco dijo que, durante su reciente recorrido, se reunieron con con las estructuras organizativas y se plantearon opciones sobre la reorientación del partido tanto internamente como en el camino para las presidenciales de 2024.
Sin embargo, el mismo 4 de febrero, Ramos Allup puntualizó, en declaraciones a EVTV Miami: «Yo no he abierto mi boca en materia candidatural». Asimismo, el Secretario General de AD señaló que resulta extemporáneo hablar de candidaturas presidenciales en este momento, y además advirtió que el debate generaría un desgaste en el seno opositor.
De acuerdo con una consulta realizada para este trabajo, el argumento que manejan algunos sectores de AD es que la presentación del nombre de Ramos Allup busca despejar el camino para que otros dirigentes adecos hagan públicas sus aspiraciones.
«Mientras esta vía se mantenga cerrada, nadie se atreve, así los demás avanzan incluso dentro de AD», dijo un dirigente consultado por TalCual.
En el caso de Un Nuevo Tiempo (UNT), dirigentes del partido señalaron que se encaminan hacia un proceso interno de renovación de autoridades, lo cual pasaría por la revisión de los postulados.
«La idea es tener un partido más moderno y más legítimo. Hay que recordar que UNT es el único partido del G4 que tiene tarjeta», refieren.
El pasado 25 de enero, se reunió la Dirección Ejecutiva Federal de UNT para fijar la nueva línea estratégica «para avanzar en la reconstrucción de Venezuela de cara a los nuevos procesos democráticos».