Colombianos en Venezuela temen que modelo chavista se instale en su país

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Los dos candidatos que se medirán el domingo en la segunda vuelta en Colombia han prometido retomar las relaciones diplomáticas con el gobierno de Nicolás Maduro, rotas en 2019, cuando el actual mandatario, Iván Duque, reconoció al opositor Juan Guaidó como presidente interino.

Por: VOA

Ambas naciones comparten una frontera de 2.200 kilómetros, por lo que no es de extrañar la contienda de este domingo 19 de junio genere especial expectación entre los cerca de cinco millones de colombianos que desde hace décadas viven en Venezuela.

Oriundo de Manizales, una región cafetalera de Colombia, Luis Andrés Carvajal llegó a Caracas hace 18 años para trabajar como mesero en un restaurant del que hoy es dueño. Su plan es seguir en Venezuela, por eso, recibe con alivio las promesas de los aspirantes Rodolfo Hernández y Gustavo Petro de reabrir la frontera y reanudar las relaciones diplomáticas.

“Yo tengo hijos en Colombia y cuando tengo que sacar documentos de ellos para que salgan del país o tengan alguna firma mía en cuestiones de colegio o universidades, toca desplazarme hasta Cúcuta, y cuando no encuentro cómo ir por aire, me toca por tierra y es demasiado difícil viajar, es peligroso”, explica Carvajal a la Voz de América.

Dice no tener un favorito en los comicios, pero celebra que Colombia decidiera romper con el statu quo que caracterizaba el panorama político en el país, dominado por el centro.

“Los dos candidatos tienden a mostrar un cambio diferente a lo que la política tradicional siempre ha dicho y nunca cumple, y en este momento de política, todo el mundo promete y nadie cumple. Lo que se necesita es que sean concretos y lo que prometan, lo cumplan, porque siempre es lo mismo”, agrega Carvajal.

Debido a la falta de relaciones diplomáticas entre ambos países, nuevamente, los colombianos en Venezuela tendrán que cruzar la frontera para participar en la elección, en seis oficinas habilitadas del lado colombiano.

Este es uno de los motivos por los que en la primera vuelta solo votó una mínima porción de los 195.000 inscritos. En esa ocasión, el 44% de estos votantes le dio su apoyo a Federico Gutiérrez, un 34% a Rodolfo Hernández y apenas el 14% a Gustavo Petro. Este último despierta un amplio rechazo entre los colombianos en Venezuela, debido a los nexos que, en el pasado, tuvo con el fallecido expresidente Hugo Chávez.

“Cualquiera menos Petro. Hemos vivido ya 30 años aquí en Venezuela y ya sabemos lo que es el comunismo. No deseo eso para Colombia”, responde Noelia Gutiérrez a VOA, al consultarle quién debería ser el futuro presidente de su país.

Gutiérrez lleva 40 años en Venezuela, pero conserva su acento antioqueño. Confía este año regresar a Medellín, su ciudad natal, pero aún debe vender el comedor de platos típicos de su región que administra en el centro de Caracas.

“Yo en Venezuela lo tuve todo; mi familia, mi casa, mi sustento”, explica “Pero mi esposo murió y prefiero irme”.

Unas cuadras más arriba del negocio de Gutiérrez, Carlos Toro sirve buñuelos y papas rellenas, tradicionales de Colombia. Su pequeño comercio se ilustra con la bandera de esa nación, fotografías de la selección de fútbol neogranadino y un escudo con la frase “Orgullo Paisa”.

Detrás del mostrador se exhiben gaseosas y dulces tradicionales colombianos. Toro es tajante: “A Petro no lo apoyaría, porque es un régimen como aquí en Venezuela. Ya nos pasó con Chávez y con Maduro. No queremos que Colombia pase por lo que está pasando Venezuela”, advierte el joven de 26 años, también nacido en Medellín.

Pero no todos opinan igual. En algunas ciudades de Venezuela se pueden ver los “Petromóvil”, autos estampados con propaganda política de la fórmula presidencial de Gustavo Petro y Francia Márquez. “Necesitamos un gobierno progresista”, arenga Orángel Rodríguez a bordo de un “Petromóvil”.

Mientras tanto en Miraflores, ya el presidente Nicolás Maduro adelantó que, gane quien gane, espera que haya “relaciones de paz y cooperación” con Colombia; sin embargo, el destino de los nexos entre el futuro titular de la Casa de Nariño y el opositor Juan Guaidó, aún es una incógnita.