Hace varios meses, el gobierno venezolano emprendió un operativo especial para combatir la corrupción que se había infiltrado en las instituciones públicas. Este operativo ha llevado a múltiples detenciones, incluyendo a funcionarios de alto rango, militares, jueces y empresarios.
Las investigaciones y las confesiones de los detenidos han revelado un entramado de corrupción que ha acumulado alrededor de 18.000 millones de dólares. En respuesta, la justicia venezolana ha llevado a cabo allanamientos en todo el país para confiscar los bienes adquiridos a través de actos de corrupción.
Sin embargo, esta lucha contra la corrupción no se detiene ahí. Cada día surgen nuevos indicios de hechos que podrían estar relacionados con los operadores financieros de Pdvsa y las empresas básicas de Guayana.
Pedro Maldonado, ex presidente de la CVG, ha proporcionado información importante para desentrañar la red de corrupción que se había infiltrado en las empresas básicas de Guayana, destacando en esta ocasión las mafias de la chatarra.
Los comerciantes de material estratégico o chatarra han acumulado grandes fortunas en los últimos cuatro años. A pesar de los intentos del Estado venezolano de regular estas operaciones, las mafias lograron evadir los controles y sobornar a funcionarios públicos encargados de emitir los permisos necesarios para la comercialización y exportación de chatarra. Esto ha llevado a que los puertos venezolanos se conviertan en gigantescos depósitos de chatarra destinada a ser exportada a Turquía a través de empresas establecidas en Venezuela y República Dominicana.
Las investigaciones se centran en el desmantelamiento de empresas como Sidor, Venalum, Alcasa y Bauxilum, que han sido saqueadas y reducidas a toneladas de chatarra. Esta chatarra no solo incluye material que se creía no operativo, sino también maquinaria que aún estaba en funcionamiento y fue desmantelada para ser vendida como chatarra en el extranjero. Las ganancias de estas ventas nunca llegaron a las arcas nacionales.
Las investigaciones apuntan a los puertos de Guanta en el estado Anzoátegui y Puerto Cabello en Carabobo, donde diariamente llegan camiones cargados de material estratégico de las empresas básicas. Estos camiones cuentan con permisos firmados por altos militares que están involucrados en la corrupción de las mafias que operan en este negocio.
A mediados de marzo, Diosdado Cabello mencionó en su programa «Con el mazo dando» que se estaban llevando a cabo investigaciones contra quienes comerciaban con material estratégico, a quienes denominó «las mafias de la chatarra». Esto provocó que se encendieran las alarmas y que los implicados comenzaran a señalarse entre sí para intentar evitar ser arrestados.
Una de las empresas investigadas por estar estrechamente relacionada con las mafias de la chatarra es Pegasus Group, registrada en República Dominicana. Esta empresa estaría dirigida por Bismark Francisco Carretero Reyes, ciudadano venezolano vinculado al mundo de la aviación. Se ha descubierto que Carretero es uno de los responsables directos del desmantelamiento de Venalum y Sidor para la comercialización del material estratégico obtenido.
Además de su papel en el desmantelamiento de las empresas, Carretero se encarga de sobornar a militares y funcionarios con grandes sumas de dinero en efectivo durante el transporte de la chatarra a los puertos. Se le conoce por poseer lujosos apartamentos y propiedades en las zonas más exclusivas de Caracas, así como una colección de vehículos de lujo. También es propietario de varios concesionarios y centros profesionales de pádel. Su pasión por la aviación lo ha llevado a adquirir varias aeronaves con las que se desplaza por todo el país transportando dólares en efectivo para sobornar a funcionarios y satisfacer los caprichos de otros individuos corruptos con los que se relaciona.
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