¿COMO OBTENER LA NACIONALIDAD PORTUGUESA POR ORIGEN SEFARDI?

0
218

Los descendientes de judíos sefardíes de todo el mundo ahora tienen derecho a solicitar la nacionalidad portuguesa, con todos los beneficios asociados de tener un pasaporte de la UE.

Para algunos, el pasaporte portugués representará el regreso a su patria perdida. Para otros, es una oportunidad para obtener acceso libre a la Unión Europea.

Si puede rastrear sus orígenes judíos hasta la península Ibérica (España y Portugal), puede solicitar la ciudadanía portuguesa.

La ley portuguesa permite a los descendientes de judíos forzados al exilio hace siglos a entrar y vivir en Portugal.

La nacionalidad portuguesa admite la doble nacionalidad, lo que permite a los nuevos ciudadanos conservar su ciudadanía anterior y tener un pasaporte de la UE.

Los solicitantes deben verificar sus antecedentes penales para solicitar la ciudadanía y deben presentar pruebas de su ascendencia sefardí.

Estas pruebas pueden incluir tradiciones judías sefardíes, apellidos, objetos y documentos que permitan a los solicitantes demostrar un origen ancestral sefardí portugués.

La ciudadanía se aplica a extranjeros adultos o emancipados (la ciudadanía de los miembros de la familia se puede solicitar después); personas que, de acuerdo con el derecho penal portugués, no hayan sido condenadas por un delito punible con prisión de un mínimo de tres años.

Por lo tanto, no es necesario hablar portugués ni residir en Portugal, como exige el proceso habitual para obtener la ciudadanía por naturalización.

No existe una lista cerrada sobre los medios de prueba que pueden utilizarse. El Decreto Ley portugués N ° 30-A / 2015 de 27 de febrero, señala que en la solicitud deben reflejarse las circunstancias que determinen la pertenencia a una comunidad sefardí de origen portugués, a saber, apellidos, idioma familiar, ascendencia directa o relación familiar en línea directa con los miembros de alguna de las tradicionales comunidades sefardíes de origen portugués.

La pertenencia del apellido a alguna de las listas de nombres sefardíes no tiene en sí misma un valor probatorio pleno. Aunque es cierto que algunos apellidos son inequívocamente sefardíes (Cohen, Salomon, Silvera, Levy, Ovadia, etc), existen muchos otros que han sido utilizados por familias sefardíes y por no sefardíes. El decreto portugués señala algunos apellidos portugueses y castellanos a modo de ejemplo, Amorim, Azevedo, Alvares o Álvarez, Abrantes, Aguilar, Barros, Basto, Bueno, Belmonte, Cáceres, Caetano, Campos, Carneiro, Cruz, Días, Duarte, Elias, Estrela, Gaiola, Josué, Lemos, Lombroso, Lopes o López, Machado, Mascarenhas, Mattos, Meira, Mendes o Mendez, Miranda, Morão, Morões, Moreno, Mota, Moucada, Negro, Nieto, Oliveira, Osorio (u Ozorio), Paiva, Pilao, Pinto, Pimentel, Pessoa, Preto, Rodrigues o Rodríguez, Salvador, Silva, Souza, Torres, Vaz, Vargas etc.

Debe tenerse en cuenta, que una práctica común entre los sefardíes forzados a convertirse era ocultar sus apellidos o cambiar los apellidos familiares por otros de animales, plantas o lugares. Así, son comunes también entre los judeoconversos, los Garza, Carnero, Gato, León, Lobo, Falcón, Limón, Cerezo, Cáceres, o de Cáceres, Ávila o Dávila, y así, con sus respectivas variantes.

La dificultad de probar la ascendencia sefardí únicamente por medio de los apellidos familiares radica en el hecho de que, aunque se demuestre que un determinado apellido haya sido utilizado en algún momento por sefardíes, ello no prueba en sí mismo que esto haya sido así en el caso concreto del solicitante, por lo que cualquier informe o estudio de apellidos, deberá ir acompañado de otros medios de prueba adicionales.

Un informe genealógico familiar en forma de árbol o de linaje ascendente, realizado por un académico cualificado y que enlace al solicitante con algún sefardí reconocido, puede ser el elemento de prueba más eficaz del origen sefardí de una persona. Normalmente, un informe de este tipo lo realizará un genealogista del mismo país que el solicitante, ya que necesitará tener acceso e indagar en los registros civiles o archivos religiosos para poder obtener la documentación necesaria (partidas de nacimiento, matrimonio, defunción…). Este tipo de estudio, que engloba en sí mismo al informe motivado de apellidos, debe abarcar documentalmente al menos 5 generaciones contadas desde el solicitante, y debe cumplir los demás requisitos particulares que establecen las propias comunidades israelitas portuguesas.

Las Comunidades israelitas de Lisboa y Oporto establecen que podrán presentarse como medios de prueba, los siguientes.

– Documentos personales familiares. Partidas de nacimiento o defunción, documentos familiares en idioma Ladino (antiguo judeoespañol), objetos personales, fotografías y vídeos, registros de bodas o funerales por ritos o tradiciones hebreas, citas bibliográficas o reseñas de libros, documentos históricos, de la inquisición etc.

– Documentos de linaje. Estudio genealógico familiar del solicitante indicando las fechas y lugares de nacimiento, matrimonio y muerte de varias generaciones de familiares hasta alcanzar un antepasado directo sefardí o converso reconocido.
– Documentos testificales. Certificados, o cartas de recomendación firmadas por el rabino o presidente de alguna de las comunidades sefardíes a las que pertenezca el solicitante o de su lugar de residencia, testigos reputados de la tradición oral familiar, etc.

– Otros medios de prueba. La Comunidad israelita de Oporto admite también, incluso la presentación de pruebas de ADN o genéticas que vinculen al solicitante con los genotipos de las comunidades sefardíes. No obstante, la validez de este tipo de pruebas siempre será accesoria a otras más fundamentadas.

Instagram: abogadoaldia.ve