Coronavirus, entre los mayores desastres bursátiles de la historia económica

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La extensión del Coronavirus sigue penalizando a la economía mundial. Las principales bolsas del mundo han sufrido registros negativos que no se veían desde la Segunda Guerra Mundial.

Francisco Coll Morales / forbes.com

La expansión del Coronavirus por los distintos territorios que conforman nuestro planeta ha desencadenado un pánico desmesurado. Un pánico que no solo ocupa los debates en el espacio comunicativo, sino que, también, se ha cebado con sectores tan diversos como podrían ser la industria, el turismo o, incluso, el del espectáculo. La fiebre del Coronavirus se ha extendido por todo el planeta y, pese a que el contagio no es presente en todo el mapa global, los efectos y la información sí.

Como con todo, el pánico generado en la sociedad ante tan incierta enfermedad no deja de preocupar a los ciudadanos. Una preocupación que, como suelo decir, viene precedida por un desconocimiento general sobre el Coronavirus, así como los efectos de la extensión vírica. La incertidumbre, en un escenario en el que no dejan de sucederse nuevos contagios en zonas tan dispersas del planeta, acechan, de manera muy continuada, a nuestra economía.

Y la acecha de tal forma que, para poner el detalle, la OCDE ya ha realizado rebajas en sus pronósticos de crecimiento para la economía mundial en este 2020. El no haber previsto tal suceso, ha obligado al organismo a realizar nuevos reajustes en las previsiones realizadas a principios del año. Unas previsiones que han sufrido una rebaja del 0,5%. Es decir, un pronóstico de crecimiento para el PIB mundial que se estima en un descenso del 0,5% sobre el crecimiento pronosticado previamente. De esta forma, el crecimiento se sitúa en el 1,4%.

Como vemos, una incertidumbre que está sacudiendo de tal forma a las economías, que en Europa, por ejemplo, la recesión, en algunos casos como Alemania o Italia, ya está más que descartada. Sin embargo, la economía no es la única contagiada por el Coronavirus en el plano económico, pues la bolsa, el mercado de valores, también está sufriendo uno de sus peores escenarios en estas semanas. Un escenario que, como podemos observar, está registrando niveles de caídas que no se veían desde la gran depresión de 2008, así como algunos mínimos registrados que llevaban sin verse desde la Segunda Guerra Mundial.

Y es que basta con mirar el balance que nos dejaban las bolsas europeas a final de la semana pasada para darnos cuenta de que la situación no está muy bien para los mercados financieros. Desde el día 14 de febrero, día en que se contabilizaba el primer caso de muerte por Coronavirus en Europa, hasta el cierre de la semana pasada, el 6 de marzo, las bolsas europeas registraban una tasa de variación en los datos de cierre de mercado de las dos fechas comprendidas del -13,3%. Es decir, desde la primera muerte por Coronavirus en el viejo continente, las bolsas europeas han sufrido un desplome medio superior al -13%.

Como podemos ver y se ha cumplido, la incertidumbre sigue siendo, y es, uno de los principales penalizadores para los mercados. Pero no todo ha quedado en Europa, pues Wall Street también ha sufrido una intensa volatilidad durante las semanas trascurridas desde la propagación del virus. El Dow Jones y el Standards & Poors no se han quedado atrás. El pánico de los inversores ante semejante índices de volatilidad -los cuales mostraban una gran variación en lo que los inversores y analistas denominan como el “índice del pánico”- provocó drásticas caídas para los mercados en Norteamérica.

Tal fue la situación en Wall Street, que los parqués tuvieron que paralizar, incluso, durante quince minutos las cotizaciones para tratar de frenar el pánico. Eso sumado a las grandes inyecciones de liquidez que, desde las políticas de los bancos centrales, tratan de frenar la euforia de los temerosos inversores. Una situación que, en balance, refleja, ni más ni menos, la sensación de unos inversores ante las drásticas caídas y los registros que muestran las bolsas.

Desde el inicio del año hasta la actualidad, las bolsas en Estados Unidos han registrado una tasa de variación del -16,42%. Salvándose únicamente el NASDAQ, la cual ha sufrido una caída del -11’39%. Por otro lado, la bolsa mexicana ha registrado unas caídas que reflejan un desplome desde el inicio del año del -11,05%. Un desplome de la bolsa mexicana que, pese a no haber sufrido un extremado nivel de contagiados, muestra el pánico de un posible contagio en el país azteca.

Al otro lado del mundo, las bolsas asiáticas también han mostrado un comportamiento bastante negativo desde el comienzo del año. Un comportamiento que, pese a ser el epicentro del contagio y el principal foco de la epidemia, muestra un desplome muy similar al registrado por Europa, Estados Unidos o México. Las bolsas de Tokio y Seul, en Japón y Corea del Sur, han registrado descensos del -16% en lo que va de año. Por otro lado, Hong Kong, una gran potencia asiática, muestra un desplome del 11,17%, mientras que, en última instancia, la bolsa de Shanghai registra un descenso cercano al 4%.

Por último se encuentran las bolsas europeas. Unos mercados que, pese a registrar un descenso medio del -13%, este no se ajusta a todos los mercados. Y es que, bolsas como la italiana, la española, la británica, la portuguesa o la francesa, han registrado descensos cercanos, o superiores, al -20% en lo que va de año. Auténticos desplomes para los mercados europeos. Grecia, muy al margen, se encuentra en un escenario más agravado aún, al registrar descensos del -35%. Por último, Rusia, al margen de todos y en una situación muy similar a la de México, registra unas pérdidas en lo que va de año del -11%.

Como podemos observar, auténticos desplomes ocasionados por un incisivo Coronavirus que no deja de penalizar a los mercados. Unos mercados que se han dejado más de 10 billones de dólares en lo que va de año. Esto, en términos económicos, se traduce en pérdidas para los inversores y ahorradores por valor de una cuantía similar a la suma del PIB de Francia, Alemania, Reino Unido y España. Una situación que, de no contenerse, podría llevarnos a seguir registrando pérdidas que, como está ocurriendo ahora mismo, sitúen al Coronavirus entre los mayores desastres bursátiles de la historia económica.